Hay cosas que cuando las conoces por primera vez, te impactan, y piensas, cuando tenga familia, me gustaría traerlos aquí y que disfruten al tiempo que aprenden cosas. Y esto nos pasó cuando hace ya años conocimos este Safari prehistórico de Paleolítico Vivo, en Burgos.
Esta es una experiencia de turismo familiar que no os podéis perder y que complementa a toda la experiencia de turismo histórico asociado a los descubrimientos de los Yacimientos de Atapuerca.
Índice de contenidos
Hemos preparado este índice de contenidos con los principales contenidos de esta publicación:
Un safari por el Paleolítico:
- La experiencia de un safari prehistórico.
- Video de nuestra última experiencia.
- Salida hacia la reserva.
- Los animales de esta reserva.
- Descubre el campamento de los pobladores de Atapuerca.
Visitar Salgüero de Juarros:
Información general sobre la zona:
Esperamos que os sea de inspiración y os animéis a visitar también esta iniciativa de conservación natural y preservación del medio rural.
Preparando el viaje
Esta experiencia la hemos realizado en más de una ocasión; la primera fue gracias a la Diputación de Burgos, que realizó un viaje para dar a conocer iniciativas relacionadas con el turismo familiar, uno de los puntos en los que, desde hace años, viene incidiendo la Sociedad de Turismo Provincial de Burgos.
Pero, hemos regresado a visitar esta experiencia con nuestros hijos pequeños. Y que, de esta forma, conocieran y disfrutaran del medio ambiente, el mundo rural y nuestro pasado histórico.
Uno de esos viajes fue siguiendo las huellas de los dinosaurios del “cercano” Museo Paleontológico de Salas de los Infantes; y en otros, más asociado al yacimiento de Atapuerca.
Un safari prehistórico en Paleolítico Vivo
Como os hemos comentado, esta es una de las experiencias más interesantes que en su momento conocimos visitando la provincia de Burgos, y que quisimos realizar recientemente en familia.
No deja de ser casi un viaje en tiempo, hacia tiempos del paleolítico. Ya que, gracias a esta iniciativa de Paleolítico Vivo, podemos disfrutar de un safari entre animales que casi se habían extinguidos, pero que hoy tienen otra oportunidad y de la que podemos aprender mucho.
Qué vas a encontrar en Paleolítico Vivo
Indicar lo primero que, a este safari, no se permite el acceso a vehículos particulares; ni aunque se trate de vehículos 4×4. Por esta razón, tendréis que dejar en el pueblo, donde la empresa Sierra Activa tiene la oficina de gestión y un parking de vehículos propios todo terreno adaptados para llevar a unos 12 visitantes por vehículo.
Saliendo hacia la reserva
Tras salir de Salgüero de Juarros, atravesando el lecho casi seco de un arroyo, y tras unos pocos kilómetros por los páramos de la Sierra de Atapuerca, se llega a estas amplias fincas cerradas para la conservación de estos animales salvajes.
De esta forma, nos adentraremos en una zona de bosque casi virgen que afortunadamente se ha mantenido casi intacto. La sierra de Atapuerca no ha sufrido casi actuaciones por parte del hombre, y el bosque de encinas, robles y pinos tiene la peculiaridad de autogestionarse, con apenas intervención humana.
En este paraje, empieza el recorrido.
Nuestra visita por el parque Paleolítico Vivo
Descubriendo el bosque de Atapuerca, los caballos Konik nos encuentran a nosotros
Durante nuestras visitas, siempre hemos tenido la suerte de hacer el recorrido con días soleados, e incluso a distintas horas, aunque nunca hace muchísimo calor como para que sea insoportable, aunque si lo hacéis en verano, aconsejamos llevar sombrero, gorra y protección solar.
En nuestra primera parada tratando de localizar las especies de esta reserva de animales prehistóricos, nos topamos con los caballos de Konic. Una raza de caballos bastante sociable. No tiene una gran talla y recuerda a los caballos de la estepa de Mongolia, de la que son los descendientes más puros de los caballos que un día trotaron por Atapuerca.
Estos caballos se pueden ver representados en el arte paleolítico de hace 20.000 años, como en los Yacimientos de Siega Verde – Valle del Coa, entre Salamanca y Portugal; o en la Cueva Tito Bustillo, de Ribadesella. Gracias a este proyecto, se ha podido traer una manada de estos caballos que se han asilvestrado, recuperando su hábitat original.
Estos caballitos son unos animales preciosos que se dejan tocar, siempre que no los atosigues. Toda una experiencia, aunque solo es recomendable en grupos reducidos.
Los caballos Przewalski
Esta es la otra especie de caballos que habita en este parque prehistórico. No es raro encontrarlos cerca de los caballos de Konik, ya que, al igual que estos, estos caballos de Przewalski comparten hábitat y se han adaptado a un estado de libertad.
Es otra especie muy antigua y que también se encuentra representada en el arte paleolítico. Uno de los mejores ejemplos es la Cueva de Altamira. En la actualidad, aún existen algunas manadas salvajes por las regiones más deshabitadas de Mongolia, por lo que proyectos como este, están sirviendo como una forma de conservar esta especie.
Y por fin localizamos a los bisontes
Posiblemente la joya de la corona sea esta manada de animales. Se trata de ejemplares de bisontes europeos. Una especie en grave peligro de extinción, solo siendo posible encontrarlos en algunas reservas de Alemania y Polonia, aunque en los últimos años han ido apareciendo varios proyectos por toda Europa donde gracias a un control de cruces entre manadas, se ha logrado una nueva esperanza para esta raza.
Gracias a diversos programas internacionales, esta especie, aunque sigue estando amenazada ya es posible encontrarla en muchas reservas. Al menos conocemos en Castilla y León la reserva Bison Bonasus, en la montaña palentina y las reservas de bisontes de Riaño del Museo de la Fauna Salvaje, en León; y dos reservas en la Segovia, que aún no conocemos, y que según nos han dicho es la reserva más grande de España.
Finalmente, localizamos la manada, aunque en ocasiones se disgregan los machos por un lado y las hembras con crías por otro. Son animales que se alimentan limpiando el bosque, por lo que son un gran aliado en la prevención de incendios forestales. Son ejemplares realmente impresionantes de ver, sobre todo en libertad.
Y ya solo nos falta encontrar a los Uros
Se trata de otro bóvido prehistórico, aunque en este caso está extinto, y lo que hay son recreaciones genéticas que desde mediados del siglo XX llevan cruzando especímenes con el objetivo de rescatar los genes originales de esta especie, desaparecida definitivamente entre finales del siglo XIX y e inicios del siglo XX.
El bóvido de Heck
En realidad, estos “uros”, son una recreación incompleta aún llamada Bovino de Heck. Aunque aún se han logrado algunos ejemplares con cierta similitud, son muchos los críticos con este proyecto de cría selectiva. No obstante, estos bóvidos se están adaptando a un modo semisalvaje, aunque hay otros proyectos que parecen ir mejor encaminados.
Por fin los localizamos
En nuestro último viaje, estuvieron algo esquivos, aunque se han creado varias manadas.
Además, muy cerca de estos caballos nos encontramos con una manada de uros. Una especie bobina extinta en Europa, pero que, mediante cruces selectivos, se está resucitando, potenciando las características que describían a esta vaca salvaje.
En nuestra visita inicial, aún no había suficientes animales como para realizar una explotación, aunque se espera que, para lograr un mejor mantenimiento del proyecto, se lanzará unos menús degustación de productos cárnicos procedentes de estos animales. Aunque no sabemos qué fue de este proyecto.
Conocemos al humano del paleolítico
Tras este safari buscando animales salvajes, la experiencia permite conocer a los humanos del paleolítico. Paleolítico significa ”Piedra vieja”. Es un periodo muy amplio, aunque por lo general podemos definirlo para Europa entre 50.000 al 12.000 antes de cristo.
En esta etapa, aún hay convivencia de varias especies humanas, especialmente Neandertales y Sapiens. Estas especies eran capaces de crear herramientas de piedra de cierta complejidad y tenían sociedades complejas. Tal y como conocimos en el Museo de la Evolución Humana de Burgos, en los yacimientos de Atapuerca o en el Centro Arqueológico Experimental de Atapuerca, no eran tan diferente a nosotros.
Gracias a los conocimientos de las razas aborígenes, los restos encontrados y las recreaciones experimentales se ha estudiado bastante la forma de vida de los humanos de este periodo, hasta poder recrear la forma de vida de una comunidad de pobladores neolíticos de hace unos 15.000 años.
Visita al campamento
Descendiendo de los vehículos, nuestra guía, nos llevó hasta una recreación de un campamento neolítico. Allí, se explica y se demuestra cómo debía ser la vida de un hombre de este periodo, cómo construían sus viviendas, qué herramientas tenían a su disposición para la caza, cómo conseguía realizar fuego…
Elección de esta zona para establecer su campamento
Geográficamente, existe un pasillo natural entre el Valle del Ebro y la submeseta norte delimitado por la Sierra de Atapuerca y la Sierra de la Demanda. Esto hacía que los animales herbívoros tuvieran que pasar todos los años por este corredor en sus migraciones.
Esto hacía que el dominio de esta atalaya fuera de gran valor, porque domina el paso desde lo alto y permitía alimentar al grupo de humanos.
Artistas de otro tiempo
Tras visitar el campamento y participar en algunas demostraciones, hay que caminar un poco por el bosque de encinas, hasta llegar a un risco, donde sobre una roca se domina el paso. Allí, nos mostraron las técnicas que podrían usar para realizar pinturas en la piedra. Desde la producción de pigmentos, hasta las técnicas de pintura.
La experiencia es total, ya que representa una inmersión total en la Prehistoria, en un entorno muy real.
Regresando al campamento, fuimos testigos de cómo se hacían fuego usando diversas técnicas, por la cual, haciendo girar un palo sobre otro, el serrín generado termina alcanzado la temperatura de ignición, lo necesario para realizar un fuego.
Información de práctica de Paleolítico Vivo
Dónde se encuentra
El Safari de Paleolítico Vivo se encuentra en Salgüero de Juarros, en plena sierra de Atapuerca. Donde no solo encontramos el famoso yacimiento arqueológico, si no, que también está esta magnífica iniciativa, y que asesora a este proyecto.
El safari prehistórico Paleolítico Vivo se puede realizar gracias a la gestión de dos fincas unidas de 200 Ha, gestionadas por la empresa Sierra Activa, que es la que ha desarrollado esta reserva de animales en estado de semilibertad que dura aproximadamente 2 horas y media.
Información y contacto
Calle larga
09198 – Salgüero de Juarros (Burgos)
@.: reservas@paleoliticovivo.com
@.: info@paleoliticovivo.com
@.: reservas@paleoliticovivo.com.
Telf.: +34 947 421 714
Horarios
Salidas a las 10:00h, a las 12:30h y a las 17:00h.
Coste de la experiencia
Tarifa base adultos: 15 €/persona.
Niños hasta 12 años: 12€/persona.
Grupos escolares y otros colectivos 8€/persona.
Visitar Salgüero de Juarros
Esta localidad burgalesa es de las primeras de las estivaciones de la Sierra de la Demanda, a unos 20 Km. de Burgos, con lo que representa un complemento a la visita a la capital, o a la visita a Atapuerca.
Esta localidad posee una historia que supera documentadamente los mil años.
Patrimonio de Salgüero de Juarros
Esta localidad estuvo cerca de perderse, pues cuenta actualmente unos 50 habitantes; no obstante gracias a su cercanía a Burgos capital, ha permitido que se transforme en un lugar de segundas viviendas de gentes de la ciudad.
Esto ha permitido que muchas casas se hayan rehabilitado creando un casco urbano pequeño, pero bien conservado o en proceso de recuperación.
A visitar
Es poco lo que hay visitable en esta pequeña localidad, lo más destacable es la plaza, donde se encuentra un pilón, aunque es atravesada por la carretera que a su paso cambia de denominación a Calle Sendino, y al que en verano hay que tener cuidado con las avispas.
Otro elemento destacable, aunque no lo hemos podido visitar aún es el potro y la herrería. El primero no deja de ser una estructura de madera donde se inmovilizaba a los caballos para herrarlos; mientras que el segundo es una rehabilitación de una antigua herrería, donde se encuentra una fragua y una piedra de afilado.
El otro elemento de interés es la iglesia parroquial dedicada a San Martín Obispo, que se localiza al otro lado del arroyo. Este se salva pasando por un puente medieval de piedra, aunque los todoterrenos de Paleolítico Vivo van por un vado junto a él.
Entorno natural
Una de las características de esta localidad es estar rodeado por amplios bosques de robles autóctonos, pinos, chopos y olmos pasa el arroyo Salmuera. Un arroyo que nace entre las localidades de San Adrián de Juarros y Santa Cruz de Juarros, y que desemboca en el arroyo Salgüero.
Esto permite que se pueda disfrutar de buenas rutas de senderismo por la zona.
Información general sobre Salgüero de Juarros
¿Cómo llegar?
La reserva de Paleolítico Vico se encuentra en Salgüero de Juarros; se llega por saliendo desde Burgos la carretera N120, en dirección a Logroño. Tomaremos la desviación a San Millán de Juarros, por la carretera BU-V-8001. A la salida de San Millán de Juarros, se toma la carretera BU-V-8004 y en 7 kilómetros estaremos en Salgüero de Juarros.
¿Dónde alojarse?
Nosotros, no nos hemos alojado en Salgüero de Juarros, ya que nos hemos quedado en Hortiguela; en el Hotel rural La Moruga, en la zona dela Sierra de la Demanda. O bien, hemos estado en el propio Burgos, en concreto en el Hotel Ciudad de Burgos, que es perfecto si queréis viajar por la provincia de Burgos, pues está muy bien comunicado al estar en el extrarradio de la ciudad.
No obstante, si lo que queréis es estar en el propio Salgüero de Juarros, hemos visto que podéis reservar en la Casa Rural Paleolítico Rural, un sitio muy interesante por lo que hemos podido ver.
¿Dónde comer?
Nuevamente, no hemos comido aquí en ningún sitio, aunque en una ocasión hicimos un picnic y el café y unos helados los tomamos en le café-bar de la plaza de Salgüeros de Juarros; y en otras ocasiones hemos comido en Atapuerca, en el Restaurante Como-Sapiens, del que ya han hablado los compañeros de La mesa del Conde.
Y ya veis, en Castilla y León es posible hacer casi «un viaje en el tiempo» y visitar una reserva de animales que nos traslada en el tiempo en el albor de las civilizaciones con animales y paisajes que casi no se han alterado por la presencia del humano moderno.
Ahora es vuestro turno, ¿Conocías este safari de Paleolítico Vivo? ¿Habéis estado alguna vez ahí? Compartid vuestras experiencias conociendo a los bisontes aunque sea en otras reservas. Nosotros trataremos de visitarlas también.
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