Algo que los amigos de Destino y Sabor nos enseñaron hace tiempo, es que hay paraísos muy cercanos que no necesitan de largos vuelos para llegar a ellos. Es cierto que hay rincones del planeta que parece que fueron hechos para causar una huella en el viajero, que se quede prendado para siempre. Esto, por ejemplo, nos pasó con esta isla; una isla del mediterráneo impactante, con rincones llenos de magia que dan ganas de trasladarse a vivir a la isla de Mallorca.
Enamorados de la isla de Mallorca
Una isla tan grande como Mallorca está cargada de atractivos, y ya sabéis que somos expertos en turismo de interior, y una isla como esta tiene lugares muy interesantes para compatibilizar sol y playas con rincones cargados de encanto.
Una isla con luz propia
La isla de Mallorca está situada en la zona central del archipiélago balear, se encuentra bañada por las cálidas y tranquilas aguas del mar Mediterráneo. Es precisamente por esta situación privilegiada, que la isla goza de un clima admirable.
Llegan a ser más de 300 días de sol al año; lo que lo sitúan en top 10 de España y en el Top 15 de Europa de horas de sol al año.
Estas condiciones permiten unas temperaturas medias de unos 17 o 18 grados, con unas máximas de 29 a 31 grados en verano. A su vez, las mínimas rara vez bajan de los 7 u 8 grados, aunque dada su singular orografía, puedes disfrutar de climas de montaña en el interior. Esto hace que sea un destino perfecto durante todo el año, por lo que son muchos los viajeros que terminan buscando inmuebles en Mallorca tras enamorarse del destino.
Belleza y cultura
Y como ya hemo dicho, que no solo es sol y playa; la isla de Mallorca tiene la ventaja de contar con muchísima belleza que también transciende a los artístico, lo cultural y lo histórico. En primer lugar, el casco histórico de la capital, repleto de espectáculos y patrimonio sorprendentes.
Imposible pasar por alto la Catedral de Palma de Mallorca, la Seu. Un edificio gótico ubicado sobre las murallas fortificadas de la ciudad.
Luego de gran interés, las calles sinuosas donde imponentes casones señoriales destacan con sus patios llenos de encanto. Y saliéndonos un poco, no olvidéis el Castillo de Bellver, uno de los pocos de Europa de forma circular, la Lonja o el Alcázar Real, que permiten ofrecer una oferta turística que quita el sentido.
Buenas comunicaciones
Si en algún momento te planteas visitar, o incluso vivir en Mallorca, otro de los aspectos interesantes son las comunicaciones. Aún no hay un puente que lo conecte con la península; pero, la isla cuenta con un aeropuerto internacional a tan solo 15 minutos del centro de la ciudad de Palma de Mallorca.
Esto permite estar en menos de una hora en destinos como Madrid, Granada o Barcelona; o en nuestro caso, conectados con el aeropuerto de Valladolid, Burgos o León.
Y si te da miedo volar, pues tienes ferrys que conectan la isla con Valencia o Barcelona; una alternativa más lenta pero más económica y que os permiten ir con vuestro propio coche para recorrer la isla.
Y unas playas de ensueño
Y si, evidentemente, aunque somos amantes del turismo de interior, no olvidemos que Mallorca es una isla y que está completamente rodeada de mar; por lo que las aguas del mar Mediterráneo son casi una garantía de una experiencia turística excepcional. Y es que son más de 260 playas, con más de 50 kilómetros de arenas finas y aguas transparentes.
Tan solo la playa de Palma de Mallorca cuenta con cerca de 5 kilómetros de extensión. Todo ello sin mencionar fenómenos de la Madre Tierra tan hermosos como las camas de Portals Nous o l’Oratori. Verdaderos resorts naturales abiertos a todo el mundo.
Y sobran las razones
¿Y no te dan ganas de viajar ya a la isla de Mallorca? Ya sea por sus playas, por su tranquilidad, por sus comunicaciones, o por su rica gastronomía y vinos; cuando Mallorca te atrapa, es difícil escapar a su embrujo y encanto. Y esto es algo que cada vez apreciamos más a la hora de buscar destino residencial. Si vienes… ¡te quedarás!
Nota: Imagen cortesía de de cc Luis Suarez.
