Visitar la comarca de la maragatería y no probar un cocido maragato no tiene perdón; y aunque hay muchos sitios donde disfrutar de este singular cocido, en Castrillo de los Polvazares se han especializado en él, siendo casi una parada de obligado cumplimiento en una visita a Astorga.
Pero, no solo de comer vamos a hablaros en esta publicación, que se come muy bien, sea dicho de paso, si no de este pueblo tan pintoresco y tan único, ya que este pueblo es un pueblo con una gran vinculación al Camino de Santiago en su parte de León; y pese a que no es la primera vez que lo visitamos, incluso como peregrinos al uso, durante nuestra última visita, le dedicamos un poco más de tiempo, y descubrimos algunas cosas más, que queremos contarte aquí.
Índice de contenidos
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Información general sobre Castrillo de los Polvazares
Visita a Castrillo de los Polvazares
Experiencia gastronómica en el Mesón Restaurante Casa Juan Andrés.
Turisteando por Castrillo de los Polvazares
Aunque no es la única forma de acceder a este pueblo leonés, lo habitual es hacerlo desde la entrada oeste. Justo antes de saltar el río Jerga y junto a la carretera de acceso, hay un parking donde dejar el coche.
No hay prohibición expresa de entrar con el coche, pero por el tipo de empedrado y dado que no estamos hablando de un pueblo muy grande, olvídate el coche, hay que recorrer el pueblo andando, casi como los incontables peregrinos que han pasado por aquí.
Un pueblo con Patrimonio Mundial de la Humanidad
Este pueblo llama la atención lo cuidado que está, con casas de piedras rojizas y tejas de cerámica, sus marcos blancos y ventanas pintadas de verde. Es bastante homogéneo en sus construcciones que conservan un estado magnífico de conservación.
Puede llamar la atención, y si no os lo decimos nosotros, que hay casa con grandes puertas realizadas con arcos de medio punto y otras casas con puertas de dintel recto y más pequeño. La explicación, parece ser, que las puertas grandes con arcos de medio punto estaban en las casas de arrieros ricos, ya que eran comerciantes carreteros propietarios de los carros que recorrían la península de uno al otro confín transportando mercancías que igual procedían del interior, como recién desembarcadas de un pueblo gallego; mientras que las otras puertas eran casas de arrieros más pobres, y que al no tener carro que guardar trabajaban como asalariados de otros.
Las casas, la mayoría son restaurantes o mesones, conservan en su interior su antigua fisonomía, con patios en los que se articulaba la vida familiar de los arrieros.
Un viajero que se fije, incluso encontrará casas con escudos de nobleza en las casas. Y es que aunque transportistas, durante los siglos de oro españoles, los arrieros obtuvieron gran poder y prestigio por suministrar gran cantidad de productos a todas partes, especialmente procedentes de Galicia.
Puntos interesantes a visitar
Este pueblo es lineal, se desarrolla a lo largo del Camino de Santiago por la calle Real, aunque también cuenta con otras calles por la que no se suelen detener los “peregrinos” modernos. Y no por falta de encantos o de lugares donde disfrutar de buena gastronomía, si no en la mayor parte de los casos, por desconocimiento.
Y es que aunque igual no es tan conocido, desde 1980 está declarado como Conjunto Histórico-Artístico de alto valor monumental y al ser una parte importante del Camino de Santiago, desde 2015 es además parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad
Iglesia de San Juan Bautista
Castrillo no es un pueblo grande, ni siquiera en otras épocas, por tanto tan solo cuenta con esta iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista. Es una iglesia rural típica del Camino de Santiago.
En su interior solo hay una nave con crucero; y a sus pies, mirando al este por supuesto, está una espadaña con doble campanario.
La antigua fuente
Un poco más abajo, se encuentra esta antigua fuente, hoy puede parecer un tanto anecdótico, pero la existencia de agua y fuentes fue esencial durante las peregrinaciones del Camino.
Parque Castrillo
Este pequeño parque o zona verde se encuentra a la entrada peatonal de peregrinos del Camino de Santiago. No deja de ser una zona arbolada junto al río.
El Cocido maragato
Ya estábamos tardando en darle salida a este cocido. Existen varias versiones de la leyenda que cuenta porque este cocido cambió su orden de comer los platos; aunque en todas, la presencia de las tropas napoleónicas tiene algo que ver, así que igual no estén muy desencaminadas.
Las leyendas
Una versión cuenta que los franceses acuartelados en Astorga, esperaban la batalla contra los ejércitos combinados aliados, y los lugareños, con ganas de no perderse la batalla, comieron primero la carne, por ser más sabrosa, luego las verduras,.. y dejaban la sopa por si no les daba tiempo, para el final.
En otra versión, se dice que los franceses saqueaban las casas arrieras, especialmente la comida que divisaban por el humo de la lumbre. Así que por si llegaban los franceses para robar, empezaban comiendo lo más sabroso y nutritivo, la carne; luego las verduras, y si llegaban los franceses, solo podrían robar la sopa.
Lo que cuentan los maragatos
Pero fuera de la leyenda, lo que cuentan los propios arrieros, bueno, sus descendientes, es que los arrieros llevaban su propia comida en fiambreras llenas de carne, que estaba fría pero conservada, y cuando llegaban a alguna posada, comían de aquí las carnes y luego, para entonar el cuerpo, pedían algo caliente, como una sopa con verduras. Y trajeron esta costumbre a su comarca, haciéndose popular así, el Cocido Maragato.
Sea cual sea la realidad, este cocido maragato es ya una tradición en este pueblo, y atrae como no muchos saben a viajeros de todas partes para disfrutar de él. Hay tantos restaurantes y mesones en Castrillo que no hemos podido probarlos todos, así que os vamos a hablar del último en el que estuvimos; en la Casa de Juan Andrés.
Cocido maragato en la Casa de Juan Andrés
Llegar a este mesón es ligeramente más complicado que a otros, pues dejando el coche en la entrada del lado de Astorga, hay que recorrer toda la calle real, con su empedrado complicado. Olvídate de llevar zapato fino o de tacón. Hay que llegar hasta casi el final del pueblo, por la calle que se abre a la izquierda en la única bifurcación.
En el número 16 de la calle Juan José Cano se encuentra esta casa; fue la casa familiar del chef y propietario Juan Andrés, que aprendió la receta del cocido maragato de su madre y de su abuela, que le fueron guiando hasta lograr la casi perfección de esta forma de preparar un cocido.
La casa maragata
Como este mesón dentro de una casa maragata, tras el portón de entrada se llega a un patio. Durante nuestra visita nos hizo un día espléndido, por lo que además nos tomamos un aperitivo con un vino. Aunque la comarca de la maragatería no produce vinos, estamos en León, por lo que podréis disfrutar de la denominación de origen Tierra de León, con sus prieto picudo como emblema, o de la denominación de origen Bierzo, con la tinta mencía o la blanca godello. Difícil de decidir cuál nos gusta más.
Este patio hace de terraza. Varias puertas dan a este patio, son las diferentes estancias de la casa, que prácticamente todas se usan como comedores privados.
El comedor
Nos estaba esperando un comedor privado, que evidentemente era una estancia más de la casa original del siglo XVI. Nos sentamos y vimos fotos de personajes ilustres que han pasado por esta casa, sin duda una larga tradición sirviendo cocidos maragatos.
Los platos
Las carnes del cocido
No se puede decir mucho más de lo que os hemos contado, que los primero que vienen son dos platos de carnes, con una mezcla de carne de gallina, morcillo de novilla, chorizos, lacón, panceta, oreja, costillas, careta y manitas de cerdo. Son tantas carnes las implicadas, que Juan Andrés lo presenta en dos bandejas diferentes. También incluye relleno.
Las verduras
Tras las carnes, llega una gran bandeja de garbanzos con berza, patatas, zanahorias,.. es otro platazo a disfrutar. Para acompañar la verdura hay quien “empuja” con pan, con cebolla, pimientos verdes. No hay una regla escrita y cada cual decide que le gusta más. También hay quien le añade un poco de pimentón, no es nuestro caso, pero en cuestión de gustos, no hay nada escrito.
La sopa
Si queréis llegar hasta el final, no os hinchéis antes de tiempo, aunque esté muy bueno. Por último podéis tomar una rica sopa, aunque cuesta, por el sabor merece la pena desabrocharse el cinturón un poco.
¿Quién dijo miedo? deja sitio para el postre
Sí, aunque parezca mentira puede haber postre. Como éramos varios, nos pedimos algo mixto con varios postres a compartir. Unas riquísimas natillas con un toque de helado de nata, una crema de café y una tarta de chocolate. Demasiado rico todo como para no probarlo al menos.
Y nos acompañaron los vinos de León
Ya hemos dicho que estamos en León, con dos denominaciones de origen de vinos a cuál mejor, ya en temas de gusto, que cada cual elija su equipo. En este banquete maragato, nos acompañaron vinos de El Bierzo, al fin y al cabo, estamos casi “a tiro de piedra” de esta otra comarca leonesa.
Situación del mesón restaurante Casa Andrés
Restaurante Casa Juan Andrés.
Calle Juan José Cano, 16 (ver en un mapa)
24718 – Castrillo de los Polvazares, León
Telf.: +34 987 69 19 71
Información de interés sobre Castrillo de los Polvazares
¿Cómo llegar?
Castrillo de los Polvazares está en la comarca de Astorga, por lo que primero que deberéis hacer es llegar a Astorga, por la autopista A6. Luego buscar la desviación a Castrillo, la carretera LE142, y a unos 5 kilómetros llegaréis a Castrillo. Mejor dejad el coche y recorredlo a pie. Es un consejo.
¿Dónde comer?
Es difícil de decir un único sitio. Nosotros hemos probado varios y en todos hemos salido súper satisfechos. El Cocido maragato es el rey indiscutible de esta zona, pero no es lo único. Posiblemente el más cuidado de los sitios que conocemos es el Mesón Restaurante Casa Juan Andrés, pero hay otros igual de buenos.
¿Dónde alojarte?
Castrillo tiene muchos lugares donde alojarte, su principal actividad económica es el turismo. Es difícil decidir un único sitio, pero si nos apuráis, ya que nosotros no hemos estado alojados nunca en el propio Castrillo de los Polvazares, te sugeriríamos la Casa Coscolo, junto a la plaza de la Iglesia. Este lugar tiene cafetería, comedor para desayunos y también ofrece en su restaurante el cocido maragato.
Pero podéis encontrar otros muchos lugares en las proximidades de Castrillo donde hacer noche acorde a vuestro presupuesto; toda la comarca es fascinante.
Un poco de historia
Sin intención de ser exhaustivos, os contamos por qué este pueblo está tan bonito, entre otras cosas. Empezamos hablándoos del nombre, sin duda habría que referirse a unos asentamientos castrenses próximos de época prerrománica. Este pueblo es muy homogéneo debido a que este no es el pueblo medieval original.
En el siglo XVI hubo unas inundaciones fuertes que anegaron la situación original, por lo que los arrieros, que durante esta época contaban con gran poder e influencia, ya que eran los mayores transportistas de bienes por la península. Así que consiguieron realizar el traslado a la actual situación. Por este motivo, todas las casas y construcciones datan de esta época. El poder de los maragatos decayó con la llegada en el siglo XIX del ferrocarril, que arruinó su forma de vida seminómada.
Por su buena conservación es un conjunto histórico artístico, desde 1980; y desde el 2015, Patrimonio Mundial de la Humanidad por ser una pieza singular e importante del Camino de Santiago Francés.
Presencia de las tropas napoleónicas
En 1810 esta zona fue escenario de batallas durante las guerras napoleónicas. Por esta razón, se vienen recreando desde hace unos años de unas jornadas napoleónicas entre Astorga y Castrillo de los Polvazares, en las que tropas de ambos ejércitos desfilan por estas poblaciones, para luego batirse.
Recreación de las batallas napoleónicas entre Castrillo de los Polvazares y Astorga
La primera batalla la ganan los franceses capturando Castrillo, aunque durante la segunda, finalmente las tropas hispánicas terminan imponiéndose rescatando Castrillo y a sus habitantes y se trasladan a reconquistar Astorga.
Me parece una excelente guía de Castrillo y una invitación irrechazable para degustar el cocido maragato.El pueblo parece muy pintoresco.
Muchas gracias por esa valoración.
Es un pueblo pequeño, pero muy atractivo y el complemento perfecto para visitar la comarca, además de Astorga.
Tengo en mis manos una manta de lana inmensa y de gran calidad hecha en ese pueblo,me gustó visitarlo y disfrutar la zona .
Gracias por ser un excelente guia
Nos encantan esas palabras,.. nos ayudan a seguir creando contenido interesante, y a ser posible, útil.
Mañana voy a conocerlo y de paso probar el cocido maragato. Me lo ha recomendado mi cuñao.
Besos
Esta vez es una buena recomendación!!! ve con hambre!
existe la posibilidad de hacer un pequeño recorrido a caballo por los alrededores de Castrillo?
saludos
Pues no sabemos qué decir. Lo desconocemos. Imagino que puede que exista alguna yeguada. La respuesta que te podemos dar es que mires en internet, que es lo que podemos hacer nosotros.