Este pueblo se encuentra situado sobre un cerro que domina desde la provincia de Soria, el inicio del valle del Duero. Este pueblo parece estar congelado en el tiempo, desde que así se quedara en el siglo X. Fue en ese siglo cuando Calatañazor alcanzó una fama imperecedera para la España en plena reconquista. Aunque olvidada ya esa historia, fue muy importante ya que en sus tierras el azote de los reinos cristianos del norte cayó. Me refiero a al-Mansür bi-llah, más conocido como «Almanzor«.
Esta población parece ser que tiene sus orígenes en época prerrománica, donde pueblo arévaco ya dominarían este enclave, si bien en un punto poco distante del actual asentamiento. Con la llegada de los godos, debieron trasladarse a lo alto del cerro buscando la seguridad que la altura puede proporcionar.
la Extremadura de Castilla
Con la llegada de los musulmanes, el enclave se transformó en un punto estratégico para ambos bandos, pues permitía dominar la puerta de la Extremadura. ¿Estremadura?
Historia de Calatañazor
Si,.. así es, durante años, la frontera entre ambas Españas estuvo en el río Duero, de haí que se llamase «Extremo Dourun» en lengua Romance, que podríamos traducir como «Extremo del Duero«. Con el tiempo, «Extremadurum» paso a significar «Frontera». Cuando los cristianos pusieron la frontera en el río tajo, debía haberse llamado «Extremo Tajum«, pero siguiendo el simil de «Estremadura», a las tierras del medio y bajo Tajo, se acabó llamando «Extremadura», que serían las actuales Estremadura y Castilla la Mancha. Por tanto, Extremadura no tiene nada que ver con «Extremo» «Duro», si no más bien su condición de frontera.
Soria capital en su escudo tiene la enseña de:
«Soria Pura, Cabeza de Estremadura«
Almanzor en Calatañazor
Continuamos con la historia, nos centramos casi en el año 1000. Apocalipsis, fin de mundo; para los cristianos de la época esa leyenda era muy real. Abu Amir al-Maʿafirí, «al-Mansūr bi-llah», más conocido para nosotros como «AlManzor«, hacía sus racias todos los años saqueando y pasando a hierro y fuego los incipientes reinos cristianos que poco a poco estaban afianzándose.
Fue en una de estas razias, en concreto en 1002 donde Almanzor regresaba de arrasar parte del reino de León, por la zona que actualmente es Portugal, al traer consigo un gran ejército, debió pensar que las tierras del Conde de Castilla Sancho García también debían ‘pagar’ su tributo, por lo que se adentró en el valle del Duero, frontera entre la España cristiana y la España musulmana.
Llegando al campo de batalla
En las inmediaciones de Calatañazor fue sorprendido por un ejército combinado de fuerzas leonesas, castellanas y navarras. Almanzor que tenía la costumbre de entrar en las batallas, también en esta debió participar. En medio de la batalla según parece fue herido, posiblemente de muerte. Tras la caída de su caudillo, las huestes musulmanas perdieron su cohesión y fueron derrotadas por los ejércitos cristianos.
Según la leyenda, un monje cristiano vio a un diablo llorando tras la batalla que a veces en lengua Árabe, a veces en lengua Romance, se lamentaba de la siguiente forma: «En Calatañazor, Almanzor perdió el tambor«.
Esto sin duda es pura leyenda, pero una explicación convincente sería que Almanzor tuviese una especie de talismán que le diese confianza, y que una vez perdido este, su confianza, y la confianza de su ejército se desmoronase.
Lo que parece ser cierto, es que herido, Almanzor se negó a comer y a beber, con lo que se fue debilitando cada vez más e incluso tuvo que ser llevado a Córdoba, a la ciudad de Medina Azahara en una litera. Finalmente a mediados de agosto moría el terror encarnado para los reinos cristianos.
Consecuencias de la batalla de Calatañazor
Con el paso de los años, el enclave de Calatañazor dejo de ser la frontera entre ‘moros y cristianos’, pero siguió siendo un punto estratégico, ya que por su condición, estaba también cerca de la frontera del incipiente reino de Castilla y el reino de Navarra.
En el siglo XIV se construirá un castillo, del que actualmente no queda más que unas ruinas de alguna torre, parte baja de la muralla y la torre del homenaje. En el momento de nuestra visita se están realizando trabajos de restauración y reafirmación de estas ruinas.
El pueblo en si, apenas ha cambiado en estos siglos, lo que nos permite disfrutar de él tal y cuál estaba en el siglo X.
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