Nuestros seguidores más habituales sabrán que nos gusta disfrutar mucho con los buenos vinos. Por esa razón frecuentamos cuando podemos las enotecas urbanas que cada vez más están instalándose en nuestras ciudades.
 

Actividad programada para el #VallaTrip

Gracias al viaje organizado por la Sociedad Mixta para la Promoción del Turismo de Valladolid, pudimos disfrutar del viaje enoturístico #VallaTrip. En su programa se incluía una visita a la Señorita Malauva.
 

 
Como bien sabéis, estamos enamorados de esta señorita, que nos deleita con sus vinos, sus catas y sus actividades. En esta ocasión, además de disfrutar de algunos de los vinos más especiales, pudimos disfrutar mediante una cata a ciegas de una instructiva a la par que divertida clase magistral sobre los aromas presentes en un vino.

Y es que como muchas otras veces nos ha dicho Gustavo, gerente de este negocio, el vino no hay que estudiarlo, como tal (maticemos), hay que disfrutarlo. ¿Cómo? Pues cada uno como quiera. Y nosotros estamos plenamente de acuerdo con él.
 

Disfrutar el vino por los sentidos

Nos vamos permitir la licencia de tomar algunas de sus frases para conducir esta entrada. El vino es un elixir que se disfruta con los cinco sentidos. ¿Con los cinco? Pues sí. Y nosotros nos atrevemos a decir casi con seis, pues también es la compañía y la sensación de amistad, otro sentido que se rinde frente a un vino.
 

 El oido
El primero, descartando ese sexto, sería el oído. A nosotros nos encanta ese ruidito que surge al descorchar una botella de vino,.. en ese ‘ploc’ el vino te empieza a hablar, si sabes escucharlo, además si no hay mucho ruido, es muy bonito escuchar como canta al servirse en la copa.
El olfato
El segundo sería el olfativo, incluso antes de servirlo, es interesante saber qué trasmite un vino desde el corcho. Cuando un vino está bueno, ya el corcho canta su aroma a bodega. Ahora bien, algo fallo durante su reposo en botella, también nos lo dice con aromas extraños.
 La vista
El tercero por fin puede ser el visual, Podemos analizar su color, su densidad, la lágrima que deja en la copa, la transparencia,.. es una bonita experiencia. Para los ojos más experimentados, estas características aportan algo más de información sobre el caldo a tratar.
 
 El tacto
El cuarto no es el gusto,.. pues antes de degustar los sabores, con la lengua sentimos el tacto que el líquido transmite; sentimos la textura, un poco como habíamos indicado arriba. El líquido se reparte por la boca y nos va dando sensaciones.
 
 El Gusto
Por último, y no por ello menos importante, el gusto. Ya hemos disfrutado con los otros sentidos y en el paladar es donde se juntan todos en la que debe ser una buena experiencia con el vino.
 

Aromas y gusto en el vino

Tras esta explicación, empezamos a jugar con aromas y sabores. En la Señorita Malauva disponen de unos tarritos con las esencias que están preesentes en los diferentes vinos. Con unos antifaces fuimos oliendo diferentes esencias, tratando de identificar el aroma exacto. Mediante un sencillo juego de equipos, en los que podíamos opinar cuál era cual, Gustavo nos iba desvelando los aromas presentes en el juego, y en que vinos podíamos encontrarlos.
 

 
Otra parte interesante, fue identificar gustos y sabores. El método elegido fue uno poco convencional. Usando gominolas de sabores, fuimos haciendo la misma práctica. Gracias a este divertido juego, aprendimos, eso esperamos, a encontrar en los verdejos del 2013 el gusto a pera junto con su tradicional aroma cítrico.
 

Catando los vinos blancos de Valladolid

Para amenizar la sesión, pudimos disfrutar de 3 grandes vinos de Castilla y León. Primero probamos un vino muy especial.
 

On Energy Drink

Se trata del vino On Energy Drink, bueno, no sabemos si llamarlo vino, puesto que técnicamente es un refresco de mosto ligeramente fermentado con algo de ginzen. Se trata de una bebida energética que pretende hacer los verdaderos vinos en una bebida atractiva para un público más joven.
 

 

Sauvignon El Lagar del Rey

Luego desde Naval del Rey, probamos el blanco el Lagar del Rey, un verdejo clásico. Muy afrutado y refrescante. De su añada 2013 pudimos disfrutar unas botellas armonizadas con un queso de untar, fermentado en vino verdejo. Exquisito.
 

 

Circe 2013

Y como auténtico colofón final, catamos un verdejo muy especial, pese a no ser uno de estos vinos con la etiqueta 100% verdejo de la DO. Rueda. Se trató del Circe 2013. El año pasado ya lo descubrimos y nos impacto. Puedes descubrir la cata del Circe 2012 de Avelino Vegas en este enlace.
 

 

Conclusión

Concluyendo, si el sábado del #Vallatrip nos dedicamos en las Bodegas Arzuaga a aprender y disfrutar de los tintos de Valladolid, el domingo gracias a la Señorita Malauva, conocimos mejor los blancos de esta provincia. Todo un gustazo ameno, divertido y
 

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