Decía Brillat Savarin, el escritor del primer tratado sobre gastronomía, que las trufas eran diamantes negros. Y no se equivocaba. En la actualidad las trufas siguen siendo un manjar solo apto para los paladares más exquisitos. Todo lo que rodea al mundo de las trufas es un misterio y quizás por ello su valor de mercado se dispara. Nacen en superficies calcáreas a más de 20 centímetros bajo tierra lo que obliga a recolectarlas con la ayuda de cerdos o perros que poseen un olfato privilegiado. Existen cerca de 20 tipos diferentes de trufas comestibles y sus modos de preparación son muchos y muy variados; además, su condición de fruto de un hongo las hace aptas …