Si al cualquiera le hablaras de los vinos de Toro, automáticamente diría que solo hay vinos tintos; y aunque esto puede ser una realidad en un 95%, también hay bodegas que se atreven a otras elaboraciones, tanto con otras variedades, como otras formas de elaborar vinos. Y esto es lo que pudimos comprobar recientemente en una visita de enoturismo en Bodegas Liberalia, una bodega que se atreve con todo.
Igual no puede parecer muy espectacular desde fuera esta bodega, pero no os dejéis engañar por las primeras impresiones, la magia se hace bajo tierra, oculta al dios Helios romano, y buscando la inspiración en Baco. ¿os parece casual que incluyamos a los dioses romanos en esta historia? Para nada, pues es el dios Liber, el dios de la plebe, el que está con el pueblo, el que da origen a esta bodega Liberalia.
Una bodega con mucho arte
Esta bodega, es casi un fiel reflejo de su propietario, hasta casi ser su ánima mater. Y no es para menos, porque Juan Antonio Fernández es un artista, no solo en la elaboración de vinos, si no en el término más amplio de la palabra. En esta bodega, se encuentra una sensibilidad especial, ya que pese a ser una construcción moderna, como otras muchas, está cuida su estética para no desencajar con el entorno, aunque los verdaderos tesoros, aguardan en el interior.
Pero en esta bodega, no todo es nuevo, aunque una de las primeras cosas que el visitante enoturista puede percibir es la presencia de una torre que parece no conectar con nada. Y próxima a ella, un arco de lo que debió ser la puerta de un recinto. No sabríamos decir cuál es su origen, pero sin duda, si esas piedras pudiesen hablar, nos contarían muchas cosas, seguro.
Pero, aunque vamos a contaros una experiencia de enoturismo, también hablaremos de arte, ya que es necesario para entender algunos aspectos de esta bodega. Aunque sin perder de vista, que una bodega está relacionada con el vino y que, sin la vid, no es posible disfrutar de esta embriagadora bebida. Y este es uno de los puntos que a nosotros nos atrajo mucho en esta visita. La bodega se encuentra rodeada de majuelos, aunque no todos sean propiedad de la bodega, pero de alguna forma, están hermanados.
Entorno natural
Aunque no es lo habitual, las instalaciones se encuentran en medio de unos viñedos que hunden sus raíces en un terreno difícil para casi cualquier tipo de planta, arenas arcillosas. Unos sustratos pobres, aunque imaginamos que si escaváramos, daríamos con una capa con más compacta de arcilla. Unido a la dureza climática, con inviernos fríos y veranos muy calurosos, si estas cepas dan uva, la darán de una calidad extraordinaria.
Y no es que estemos hablando de una moda, una experiencia muy interesante para cualquiera que quiera acercarse a este mundo del vino, es darse un paseo por la viñas; reconocer el trabajo de las generaciones que nos precedieron. Y en concreto, las vides que rodean el complejo de Bodegas Liberalia son viejas, algunas muy viejas. Plantas casi centenarias, indómitas que ya a su edad cuesta mucho enderezar para colocarlas en el actual sistema de espaldera, aunque en las zonas más jóvenes ya se ha impuesto este método.
Nuestra visita coincidió con la temporada del envero, que es el momento en el que la uva empieza a madurar gracias al calor del verano. Las vayas verdes empiezan a coger el color violáceo del tanino; ese tanino que nos dará color, capa y astringencia en el vino.
Pero no os preocupéis por no estar en este momento, la vid es una planta que resulta bonita durante todo el año, aunque mude todas sus hojas y cambie mucho su aspecto. Sus hojas doradas y cobrizas del otoño tienen su magia, diferente a los brazos retorcidos del invierno, o a las promesas de los nuevos brotes de la primavera.
Visita a las instalaciones haciendo enoturismo en Bodegas Liberalia
Podríamos aburriros mucho hablando del proceso de elaboración del vino, de todo el trajín de las fermentaciones, pero si queréis saber sobre cómo se elabora el vino tinto en general, os sugerimos otra publicación, especialmente si no conocéis como se obra el milagro de transformar un fruto en el néctar de los dioses. Pero queremos hablaros de la experiencia.
Esta parte de la elaboración, aunque necesaria, tiene su máximo atractivo durante los días de campaña, cuando entra la uva y hay que hacer el primer mosto y ponerlo a fermentar, esa vorágine en seguida desaparece y llega el momento de la paciencia. El tiempo, sabio tutor hace que se obre la transformación. Un primer vino, que como un niño pequeño, hay que «educarlo» para que llegue lejos. Y aquí la barrica de madera, bien trabajada, y nuevamente el tiempo, volverán a trabajar para logar el objetivo.
La parte convencional a toda bodega elaboradora de tintos es, sin duda, su parque de barricas y dormitorio de botellas. Hemos visto muchas formas de almacenar estos recipientes, pero una de las más bonitas vistas es la que bodegas Liberalia ha construido. Bajo tierra, bajando un primer piso pasando por una escalera de caracol, llegamos a la sala de catas, aunque también si lo deseáis y llegáis a un acuerdo con la bodega, un lugar de reuniones, o una sala de exposiciones.
Una de las paredes de esta sala alargada es transparente y sirve de ventanal a una cueva artificial donde las barricas de roble descansan mientras van transformando los vinos jóvenes en vinos de guarda.
El arte a flor de piel
Ya os hemos dicho que hay que hablar de arte, y es que Juan Antonio Fernandez, fundador de la bodega es un impresionante artista. Gran parte de sus pinturas están en la bodega, y es que esta, es una bodega familiar.
Homenaje al Greco
Gran admirador de este notable pintor universal, en el 2014, conmemorando el 400 aniversario del fallecimiento de este pintor, celebró un encuentro de pintores a los que propuso crear una obra única y original en la tapa de una barrica. De aquel encuentro entre artistas, surgieron esta veintena de obras de arte, que decoran la escalera de bajada.
Pero no solo fue esto, para este homenaje, la bodega preparó una serie especial con una etiqueta conmemorativa.
Sala de exposiciones y sala de catas
Como os hemos comentado, la sala grande de catas está bajo tierra y disfruta de un precioso ventanal a la sala de barricas; pero no solo este punto hace interesante esta sala; si no, por las obras de arte realizadas por Juan Antonio, que decoran esta sala. Al visitante ocasional, igual le pasa desapercibido, pero las etiquetas de los vinos de Liberalia son réplicas de cuadros del propio Juan Antonio; y los originales se encuentran en esta sala, que igual sirve para una degustación, que para organizar una comida, que para ser una sala de exposiciones.
Así, esta sala es corazón de la bodega, desde donde se ve el trabajo de las barricas ennobleciendo al vino, un vino de la DO. Toro que posee una gran estructura y hay que saber domar para que no sea áspero al consumidor; pero también es el lugar de inspiración para la puesta de largo de las botellas.
Sala de catas y tienda
Pero por mucho que guste el arte y el vino, una bodega es un negocio; y como tal, precisa de su tienda. Una de las curiosidades de esta bodega es que no solo el negocio familiar está asociado al vino. También en la tienda de la bodega puedes comprar chocolates artesanales. Nosotros, que como nuestros amigos de A Tavola con il Conte no somos muy amigos del chocolate en general, reconocemos que este, está muy bueno.
En esta sala, tienda, también se pueden organizar catas dirigidas, si se trata de un grupo más reducido. Otros productos que se pueden adquirir en esta tienda son aceites de oliva virgen extras y mieles artesanas.
Los vinos de Bodega Liberalia
Bodegas Liberalia elabora vinos tintos esencialmente, pero igualmente blancos con las uvas permitidas por el Consejo Regulador de la DO. Toro. Su gama se denomina como los perfumes de Chanel; con un número, número 1, número 2,.. número 5,..
Aunque luego hay series especiales, con tiradas más cortas, que se etiquetan de forma única. Como el del Greco que hemos hablado. Pero hay también dedicados a Michey Mouse, y otras más.
También hay unas series especiales llamadas pajaritas,.. y el súper especial, aunque ya lo conocíamos de antes, el Ariadne, un vino espumoso de Castilla y León, que te presentamos hace tiempo y que en breve os contaremos cosas sobre él.
Información de interés
Cómo llegar
Las Bodegas Liberalia se encuentran en el término municipal de Toro, aunque fuera del casco urbano. Si llegas desde la autovía A11, en la desviación hacia Toro, en la rotonda, toma la salida hacia la N122, dirección Morales de Toro y la encontrarás a mano izquierda. Desde Toro, por la carretera N122, toma el desvio a Villavendimio, Villardefrades y otros pueblos.
Situación
Bodegas Liberalia.
Ctra. Tordesillas, KM 32,200 (ver en un mapa independiente)
49800 – Toro (Zamora)
Dónde comer
Lugares para comer buenos cerca hay bastantes. Tenéis por ejemplo en el próximo pueblo de Morales de Toro, el Rte. El Sabor del Vintage, que además se ofrece como complemento a la visita al Museo del Vino Pagos del Rey.
Y si no, siempre podéis ir a Toro; ya sea haciendo una ruta de tapas por Toro, recorriendo los principales bares de la zona de la plaza mayor. O un lugar al que hemos ido en varias ocasiones y desde una reciente remodelación está muy bien, el Rte. del Hotel Juan II de Castilla.
Dónde alojarte
Como te contaremos luego, Toro es un gran destino enoturístico, pues aún no está pervertido por el turismo masivo, lo que permite seguir disfrutando de lo auténtico sin tener que darte de codazos con más gente. Así, tal y como te hemos contado, Toro merece una visita tranquila, pues posee mucho patrimonio, y su entorno, está llena de ofertas de turismo gastronómico y enológico.
Por esta razón, una de nuestras recomendaciones de la zona, es alojarse en el Palacio Rejadorada, una casa del siglo XV, cuyos habitantes, se cuenta la historia, se mantuvieron fieles a los Reyes Católicos y como medio de reconocimiento, ordenaron los reyen dorar una reja, para indicar que eran fieles. Otra opción es el propio Hotel Juan II, que disfruta de unas preciosas vistas.
Otros atractivos de la zona
Pero lo interesante de esta visita de enoturismo en Bodegas Liberalia, no es solo la visita y degustación en Bodega Liberalia; es disfrutar de todo el entorno de Toro. Como ya os contamos, resulta todo un placer pasear por sus calles Toro, repleto de lugares llenos de historia. En cuyo casco incluso, puedes visitar la bodega comercial más pequeña. Las Bodegas Valdigal, con unas instalaciones centenarias de lo más atractivas.
Y no os olvidéis del Museo del Vino de Toro, Pagos del Rey, aunque está en Morales de Toro, muy próximo a la bodega Liberalia. Y claro, estamos hablando de la futura, casi ya una realidad, Ruta del Vino de Toro, por lo que estáis en una zona donde podréis hacer un montón de cosas, incluso mucho más que beber vino y visitar bodega, también dejad espacio para comer bien.
Y como veis, no hace falta buscar lejanas comarcas para disfrutar de experiencias de enoturismo súper completas y edificantes; vivir la experiencia de enoturismo en Bodegas Liberalia es toda una suerte que tenemos en Castilla y León, y además, está todo el entorno, para pasarse un fin de semana o más.