Es muy corriente que, al pensar en enoturismo, la gente se les valla el pensamiento a las grandes zonas vitivinícolas, y en general es así; Pero como descubrimos en Bodega Don Celestino, también se puede hacer enoturismo en San Esteban de la Sierra, una bodega de la DOP. Sierra de Francia, que además es parte de la Ruta del Vino de la Sierra de Salamanca, un destino muy interesante por descubrir.
Índice de contenidos
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Experiencia en la Ruta del Vino de Sierra de Francia:
Enoturismo en la Bodega Don Celestino:
Conoce San Esteban de la Sierra:
Información adicional para visitar San Esteban de la Sierra:
La Ruta del Vino de la Sierra de Francia
Esta es una de las 8 rutas del vino actualmente certificadas por acevin, la asociación de rutas del vino de España, que garantiza que se cumplen los requisitos de servicios y de calidad de los mismos en una zona vitivinícola relacionado con el turismo de vino.
Como hemos defendido, el enoturismo es un 80% de turismo, y un 20% de vino
Esto significa que estamos frente a un destino interesante para visitar y hacer turismo, y de paso, disfrutar de vinos de calidad a modo de escusa.
Los vinos del sur de Salamanca
Nosotros tuvimos la suerte de conocer el proceso de creación de esta ruta desde sus inicios. Tradicionalmente, en toda la sierra sur de Salamanca se elaboraba vinos, que hoy llamaríamos de altura. Para ello, se partía de dos variedades esenciales. En tintos, la variedad autóctona rufete; y para blancos la verdejo serrano, aunque ahora se ha demostrado no ser una variedad similar a la clásica verdejo, por lo que oficialmente se llama rufete serrana blanca.
Entorno a estas pequeñas producciones locales, surgieron pequeñas cooperativas y poco a poco casi llegaron a desaparecer, pero desde inicios del siglo XX han resurgido hasta alcanzar actualmente 10 bodegas comerciales, colegiadas en la DOP. Sierra de Salamanca; si bien, dentro de la Ruta del Vino de la Sierra de Francia son solamente seis.
Pero no solo es tierra de vino
Pero un factor curioso de esta zona sur de Salamanca es, la presencia de un clima muy especial que permite que se den olivares, así poseen otra variedad autóctona de olivo, que igualmente se están recuperando poco a poco. Existe una almazara ecológica, Soleae, en Herguijuela de la Sierra.
Y aunque no es propiamente la Sierra de Béjar, famosa por sus embutidos ibéricos de Guijuelo, también poseen las mismas tradiciones con sus ibéricos de gran calidad.
Otro factor importante es la capacidad de producir cítricos, como naranjas y limones, lo que enriquece la gastronomía local, con elaboraciones tan típicas, como las Ensaladas Serranas, o el Limón Serrano.
Ruta del Vino de la Sierra de Francia
Así, dando forma a este conjunto de cualidades y calidades, desde 2017, se da el salto y se logra la certificación de acevin para este territorio en el formato de Ruta del Vino Sierra de Francia, que articula esta gran producción enogastronómica con el patrimonio artístico y natural.
Estamos en una zona riquísima en Conjuntos Históricos de Salamanca, en la que hace tiempo llamamos la ruta Sierra de Francia de los conjuntos históricos. Y por supuesto, naturales. Estamos en el Parque Natural de las Batuecas.
Montañas y valles conforman este ecosistema que permite disfrutar de la Sierra de Salamanca como un destino interesante para conocer.
Bodega Don Celestino
Si algo caracteriza a esta bodega son las palabras tradición y pasión. Es la transformación de una afición, legada por los antepasados del actual propietario, a un pequeño negocio familiar que lucha por cada añada ser ligeramente mejor que la anterior.
Y es que esa es la fórmula del éxito, y aunque pequeña y familiar, la Bodega Don Celestino es capaz de elaborar y comercializar vinos amparados por la DOP. Sierra de Salamanca. Para ello, mantiene y mejora unos viñedos familiares donde conviven varias variedades de uva, entre las que destacan la tinta rufete y la tinta tempranillo, aunque no son las únicas.
Visita a la bodega
Al tratarse de una bodega pequeña, está aún puede estar dentro de un pequeño local. Para la elaboración, todos equipos son de tamaño reducido, aunque no dejan de ser versiones menores de los equipos de las grandes bodegas de otros lugares.
Con esto queremos decir que el proceso elaborativo posee las mismas garantías de grandes grupos bodegueros, aunque la producción actual sea pequeña. No siempre más grande es mejor, necesariamente.
Disfruta de los equipos y las instalaciones
Para unos apasionados del vino, cualquier instalación nos llama la atención, y esta no podía ser menos, pues es una pasada ver cómo con ganas y esfuerzo, se puede sacar adelante una producción.
Esta bodega cuenta con una sala de elaboración reducida. Allí tienen todo lo necesario, desde una despalilladora, una prensa, depósitos de fermentación y de homogenización. A nosotros nos encantó. Sobre todo porque la experiencia te la cuenta el propietario, quién con su esfuerzo, conocimiento y tesón está al timón de este negocio.
Al lado, hay una sala de barricas. Evidentemente es un parque pequeño, pero muy curioso. Allí, varias barricas ennoblecen un vino tinto destinado para la guarda. Esta parte del proceso da matices a los vinos de esta joven denominación de origen.
Visita al viñedo
Pero la experiencia no está completa ni mucho menos. Aún es necesario ponerle la guinda con el previo a la bodega y el posterior. Es decir, la viña y la cata. Junto a Celestino, el alma y corazón del proyecto, nos desplazamos al viñedo, ¿acaso puede haber una mejor sala de catas haciendo buen tiempo?
Celestino, cultiva vides en varias parcelas, pero en esta ocasión fuimos a una de las más bonitas, con unas vistas maravillosas y un tiempo, mediados de agosto, donde la rufete está en pleno envero, adquiriendo la maduración.
Esta parcela está reacondicionada en espaldera, aunque la mayor parte de los viñedos siguen siendo tradicionales, en vaso. Y es que el terreno en muchos casos no permite la transformación por estar en laderas. En estos terrenos la mecanización es complicada y como mucho pequeños tractores son los que se usan para el laboreo.
Si te gusta el campo, la naturaleza y los bellos paisajes, este majuelo es perfecto. Hasta los más pequeños pueden disfrutar sin peligro, más allá de mancharse, de un lugar donde corretear y esconderse.
La cata y el maridaje
Tras conocer y disfrutar del majuelo, sacamos una mesa, unas bandejas de embutidos y quesos locales, de extraordinaria calidad y descorchamos dos vinos de la bodega Celestino. El Crianza 8 meses y el crianza 12 meses.
Como nos acompañaba nuestro compañero de La mesa del Conde, os dejamos estos vídeos, las primeras videocatas que realizaban.
Será el vino, serán las viandas, será el lugar, o será el momento,.. o quizás una combinación de todo esto, pero lo que podemos trasmitiros es que fue un instante mágico de puro deleite, y eso que veníamos de disfrutar de otras experiencias de la Ruta del Vino de Salamanca, pero es uno de esos momentos buenos de verdad, de los que recomendamos a los amigos.
Más experiencias por la Ruta del Vino de Salamanca
En breve, os iremos contando más experiencias que vivimos durante esta escapada por esta zona de Salamanca, todas complementarias a esta. Veréis como cumplimos con aquello que el enoturismo en más turismo que vino.
Ya os contamos la experiencia de visitar Siega Verde, un yacimiento arqueológico en Salamanca, que si bien no es directamente Sierra de Salamanca y sí Arribes, son destinos complementarios, pues no distan apenas, además de Ciudad Rodrigo.
Conoce San Esteban de la Sierra
La localidad de San Esteban de la Sierra es el lugar donde se encuentra esta Bodega Don Celestino. Este precioso pueblo descansa entre laderas y está rodeado de montañas entre las cuales se encuentra el monte Tiriñuelo.
Desde aquí surge el río Alagón, que más tarde da forma al meando de El Melero, famoso por ser uno de los accidentes geográficos más hermosos de España.
Patrimonio
Este pueblo, antaño con una economía básica de subsistencia, actualmente explota ese encanto para ser un lugar interesante para el turismo, con bastantes casas rurales, bares, restaurantes y un mesón típico.
Iglesia de San Esteban
Es la iglesia parroquial del pueblo, y es una de las construcciones más antiguas de la localidad. Su estado de conservación muy bueno, conservándose las trazas originales románicas, con apenas modificaciones en el interior.
Ermita del humilladero
Una tradición hispánica es la presencia de este tipo de ermitas junto a los accesos al pueblo. En este caso se trata de un pequeñísimo templo que conserva su porche de acceso sustentado por unas columnas de madera.
Puentes
Al estar entre montañas, existen muchas fuentes de agua que conforman arroyos, torrentes y ríos, por lo que existen varios puentes; el más importante es posible que sea el mal llamado puente romano, pues es en realidad románico y de época medieval.
Aunque también se cree que ahí existiera uno romano auténtico y fue restaurado durante la edad media en estilo románico, que usa mucho de los fundamentos de la ingeniería romana.
El otro puente de interés es el puente de Rando, mucho más moderno y construido en el siglo XVII. Permitía la comunicación entre San Esteban y El Tornadizo, siendo la mejor opción para cruzar el río Alagón en el viaje entre la sierra bejarana y el Sangusín y las comarcas limítrofes.
Los lagares rupestres
No podemos olvidar que esta zona fue colonizada por pueblos vettones antes de la llegada de Roma, por lo que como en otras partes de Castilla y León, es normal la existencia de lagares rupestres en algunos enclaves. San Esteban de la Sierra es uno de estos lugares.
Existe una ruta de los Lagares Rupestres, pero no lo llegamos a recorrer, imaginamos que permite localizar algún resto de un castro celtíbero, como el que conocimos en Ávila de Ulaca, o los altares de Hoyocasero, en la Sierra de Gredos, tampoco tan distantes.
Entramado urbano
Si bien los elementos más destacables son los mencionados, no menos interesante es darse un paseo por el pueblo, pues posee un trazado típico de una judería, haciendo hincapié en el origen de este pueblo como una gran judería autónoma.
Calles pequeñas entrelazadas, dibujando una arquitectura popular de adobe y madera, intercalando calles planas con calles en cuestas.
Es una maravilla perderse por estas callejuelas e ir descubriendo pequeños rincones. Y por supuesto, la parada obligada en la Plaza Mayor, corazón social de San Esteban de la Sierra.
Patrimonio natural
Pero estamos entre sierras, entre la Sierra de Béjar y la Sierra de Francia, por lo que es un valle con espesos bosques de castaños y eucaliptos. Esto hace que sea interesante para un turismo natural de amantes del senderismo.
Además, nos podríamos dejar perder entre olivares y vides, colocados en bancales que van haciendo cultivable las laderas de estos montes.
El monte El Castañar, junto al pueblo, es una de las zonas boscosas con mayor biodiversidad. Posee además de una amplia población de castaños, arces y acebos. Existe, aunque no lo hemos recorrido, un sendero que permite subir casi hasta lo más alto de este monte.
Información general para visitar la Bodega Don Celestino
¿Cómo llegar?
La Bodega Don Celestino se encuentra en San Esteban de la Sierra, en Salamanca. La dirección exacta es:
Bodega Don Celestino.
Calle Salas Pombo, 22 (ver en un mapa)
37671 – San Esteban de la Sierra, Salamanca.
La localidad de San Esteban de la Sierra está atravesada por la carretera provincial SA-205, que actualmente se encuentra en bastante buen estado, aunque no deja de ser una carretera entre montañas y posee muchas curvas. Esta carretera lo conecta con Santibañez de la Sierra y San Miguel de Valero.
¿Dónde alojarte?
Toda la zona es muy dependiente del turismo, y está plagado de casas rurales y hoteles rurales. Nosotros durante nuestro viaje nos alojamos en una casa rural modesta pero muy confortable; fuera de la Ruta del Vino de la Sierra de Francia, en Valdefuentes de Sangusín; en la Casa Rural El Carrascal al estar toda la zona a saturación. Un lugar cómodo, limpio y tranquilo, aunque con pocos servicios en el pueblo.
Pero en el propio San Esteban de la Sierra, hemos visto muy interesantes La Casa Rural Fuentes de Abajo, o la Casa Rural La Tramonera. Y si no, siempre está la opción de trasladarnos a pueblos más emblemáticos como Santibáñez de la Sierra, el Apartahotel Rural Francia-Quilamas.
¿Dónde comer?
Tenemos que indicar que nosotros no comimos en San Esteban de la Sierra, si bien picamos durante la cata, que al ser casi a última hora nos sirvió a modo de cena. No obstante, hemos investigado opinones de gente conocedora del entorno y nos han hablado de Restaurante La Botica, que tiene una cocina típica española o mediterránea, con opciones veganas y sin gluten, que en algunos casos puede ser muy interesante.
No obstante, nosotros comimos en alguna ocasión «cerca», en Miranda del Castañar, en un viejo molino rehabilitado. Se trata del Restaurante el Molino. Podéis conocer la experiencia, porque la documentamos. Si bien es cierto, que no sabemos si estará abierto, pues hace mucho tiempo de esto.
Brevísimo contexto histórico
Pese a compartir con otros pueblos un origen medieval, dentro del proceso de la reconquista, no participa del rango de Conjunto Histórico, al menos, aún no. Esto no le resta encanto. En su origen, se asentaron muchas familias judías, por lo que no surge como un gran núcleo cristianos hasta su expulsión por los reyes católicos. Anteriormente fue una gran judería.
Aprovechando el próximo puente, el sábado día 7 a las 19 horas se presentará en el ayuntamiento el libro titulado «Querida Ana». UN ALEGATO CONTRA EL MACHISMO, aprovechando una carta que Bárbara de Blomberg, madre de Don Juan de Austria, escribe a su nieta. A la sazón abadesa en Burgos.
La obra será presentada por su autor y por supuesto estáis todos invitados.