A veces, salirse de los circuitos turísticos típicos, tiene la gracia de encontrarte con lugares inesperados, especialmente para el público en general. La Ribera del Duero burgalesa, está llena de estos outliners, o lugares que no suelen estar dentro de las rutas típicas. En general, toda esta comarca entorno a Aranda de Duero está salpicada de pueblos ribereños de singular belleza; uno de estos pueblos es este de Peñaranda de Duero, un pueblo singular por su belleza y patrimonio.
Índice de contenidos
Para facilitar el uso de esta guía sobre este pueblo burgalés de la Ribera del Duero, hemos creado este índice de contenidos que esperamos os sea útil si queréis viajar Peñaranda de Duero. Seguro que os encanta.
Patrimonio de Peñaranda de Duero:
Castillo de Peñaranda de Duero:
Visita al casco urbano de Peñaranda:
- Palacio de los Condes de Miranda.
- Iglesia colegiata de Santa Ana de Peñaranda de Duero.
- Rollo de justicia.
- Murallas.
- La farmacia más antigua de España en activo.
- Herrería relojería.
- Monasterio de las Madres Franciscanas Concepcionistas.
- Bodegas subterráneas, bodega de la Cárcel.
- Monasterio de San José.
Información de interés:
Podéis ver la cantidad de monumentos que tiene esta población.
Una visita por el corazón de la Ribera del Duero
Es posible que salvo que te guste especialmente la ribera burgalesa, que no sería nada extraño, normalmente no se visitan pueblos que no están próximos a la autovía A1, cerca de su paso por Aranda de Duero. Por esta razón, esta localidad suele ser un complemento a Aranda de Duero, una de las grandes capitales del vino de España.
Peñaranda de Duero no es un pueblo muy grande, no obstante, su centro histórico amurallado posee un rico patrimonio, aunque no todo él sea visitable. No obstante, para el viajero experimentado, el hecho de contar con una muralla ya puede dar una pista de que es un pueblo interesante. Habría que dividir una visita a este pueblo en tres partes; una visita a la Bodega Cooperativa Castillo de Peñaranda, aunque carece de interés enoturístico; el castillo de Peñaranda de Duero, coronando el cerro; y el centro urbano protegido por la muralla.
Visita a la bodega Castillo de Peñaranda
Esta es una bodega cooperativa que elabora vinos amparados por la DO. Ribera del Duero. Es una bodega con más de 500 socios que juntan sus producciones para la producción de algo más de un millón de botellas de vino, entre jóvenes, crianzas y reservas.
Es una instalación edificada en 1968, para dar salida a las pequeñas producciones que se seguían elaborando en los lagares bajo las casas del pueblo. Peñaranda de Duero, como otros pueblos vitivinícolas está horadado complemente su subsuelo con galerías subterráneas que se usaban para elaborar y conservar vinos. Quizás para gente muy interesada en los vinos puede resultarle interesante.
Subida al Castillo de Peñaranda
Hagamos un breve inciso histórico, para conocer y comprender mejor este castillo que desde lo alto de su loma otea el horizonte. El castillo actual no es el original, que databa del siglo X durante la reconquista del Duero. Este castillo inicial fue edificado por los cristianos para formar la famosa línea de castillos del Duero, del que forman parte entre otros, el Castillo de Peñafiel, el de Curiel del Duero o el de Gormaz, cuando pasó a ser definitivamente fortaleza cristiana. Eran en principio fortalezas vigías con pequeñas dotaciones que se apoyaban unas a otras para una defensa combinada.
La actual construcción, como ocurre en el castillo de Peñafiel es de finales del siglo XIV y principios del XV. De hecho, aprovechará las ruinas de ese castillo del siglo X, que fue más modesto, y por orden de los Condes de Miranda fue levantada la actual fortaleza, que se adapta al contorno de la cima del cerro que lo sustenta.
Defensas exteriores
La entrada al recinto amurallado se hace por un arco de acceso que se halla al Este, lejos de la torre del homenaje, que está hacia occidente. A esta puerta se llega salvando un foso excavado en la roca viva.
Interior del castillo y torre del homenaje
Esta torre, de sólidos sillares del siglo XV, consta de una planta baja y otros tres pisos. El acceso es nuevamente al este, a través de un arco ojival a la altura del primer piso. Para llegar a él, se sube por una escalera metálica, aunque imaginamos que antaño sería una escalera que pudiera ser eliminada para dificultar la entrada de atacantes. Los macizos muros de piedra son prácticamente ciegos en tres de sus cuatro costados, aunque en el lado sur, orientado al pueblo de Peñaranda si dispone de ventanas.
Dejadez y casi ruina del castillo
Se sabe que en el siglo XVII esta fortaleza llevaba tiempo sin ser habitada, ni con un uso militar. Las tecnologías bélicas hacían inútiles las defensas medievales en caso de ataque. El Conde de Miranda tenía su residencia en un práctico palacio en el casco urbano. De no haber sido una sólida construcción y su difícil acceso, posiblemente no hubiera llegado a nuestros días.
Centro de interpretación de los castillos
Gracias a recientes intervenciones, este castillo alberga en su torre del homenaje este Centro de Interpretación de los Castillos. Un museo que trata de mostrar al visitante cómo fue la vida durante la edad media en la Ribera del Duero, y como era necesario organizar esta línea de castillos para la defensa de las poblaciones cristianas de las razias de saqueo sarracenas.
Información de interés
Horario
Abierto los viernes, sábados y domingo.
- Octubre: de 11:00 a 14:00 horas y de 15:00 a 18:00 horas.
Noviembre y diciembre: de 10:30 a 14:00 horas y de 15:00 a 17:30 horas.
Mayo, junio, julio y agosto: de 11:00 a 14:00 horas y de 18:00 a 21:00 horas.
Septiembre: de 11:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas.
Los miércoles por la tarde abierto con solicitudes previas en la oficina de turismo.
Precio de las entradas
General: 3 €/persona.
Niños de 4 a 14 años: 1 €/persona.
Menores de 4 años: gratis.
Podéis reservar las entradas online y tenerlas de forma anticipada en este link.
Visita al casco urbano de Peñaranda
El casco urbano medieval de Peñaranda de Duero conserva gran parte de su patrimonio, especialmente centrado en la plaza mayor, aunque esta sea una zona más renacentista del siglo XVI.
Podéis realizar una visita libre, aunque para sacarle el máximo partido a este pueblo cargado de historia, lo mejor es realizar la visita guiada teatralizadas que se organizan los sábados, y que pueden incluir la visita al castillo, a la población o al Palacio Condal. Para disfrutar de esta visita teatralizada es necesario realizar la reserva previa online.
El palacio de los Condes de Miranda
Este Palacio de los Condes de Miranda, también conocido por otros nombres, como Palacio de Avellaneda, o Palacio de los Zúñiga, es un palacio renacentista plateresco del siglo XVI. Se debe su construcción a Francisco de Zúñiga y Velasco, tercer conde de Miranda del Castaña, una rama menor de la Casa nobiliaria de los Zúñiga y que en Peñaranda instalaron su mayorazgo, primero con el castillo del siglo XV y más tarde este palacio.
Pero el conjunto familiar no se puede entender correctamente si no se incluye la Iglesia Colegiata de Santa Ana, que se encuentra en frente a este palacio; y el Monasterio de Franciscanas Concepcionistas.
Con la transformación de Ducado al condado de Miranda, por orden de Felipe III, el palacio familiar vive su momento de mayor esplendor, con ampliaciones de las instalaciones y haciendo de Peñaranda de Duero una pequeña corte ducal, que aunque no llegara a la altura de las cortes ducales de Pastrana, Lerma o Medinaceli, supuso atraer a personajes y artistas del momento a este pueblo burgalés.
Tras asentarse la corte real definitivamente en Madrid, la vida palaciega fue bajando su importancia, haciendo que los mejores muebles, obras de arte y bienes se llevaran a otras residencias de la casa ducal; como una fuente, tallada en alabastro, que fue trasladada a Madrid.
Decadencia y restauración
Al igual que es castillo, su buena fábrica hizo que el paso del tiempo y el abandono no hicieran un gran daño a la construcción, pero el paso de los franceses no perdona. Unido a los malos administradores que permiten el expolio, hacen que casi se eche a perder. Incluso parece ser que se tanteó ser llevado, piedra a piedra, a norte América. Afortunadamente, en 1940 pasa a titularidad del estado y desde entonces ha ido efectuando obras de mantenimiento y restauración; aunque algunas de ellas, de dudosa calidad.
En la actualidad
Aunque la fachada principal se conserva en un gran estado, la zona de unión a la muralla, que debía contener un ala y unas galerías que daba a un jardín se han perdido y de esta parte solo se conserva una puerta barroca. En esta parte del solar se realizó la ampliación actual, que no deja de ser un feo, a nuestro entender, pegote, aunque una solución mejor igualmente es difícil de ejecutar.
Junto a las actuaciones en el palacio se llevaron a cabo labores de restauración en toda la plaza, especialmente en los edificios adosados a la muralla, que eran las casas del servicio de la corte ducal y de la Colegiata. Estas casas hoy albergan entre otros, La Posada Ducal; un hotel rural de 3 estrellas, de que al menos la cafetería,.. no nos dejó un buen sabor de boca.
Interior y usos del palacio
El cuerpo principal está bastante bien conservado gracias a las intervenciones del siglo XX, especialmente todas aquellas que dan a la plaza. Aunque gran parte de los elementos ornamentales se perdieron, se han sustituido en su interior por réplicas.
Posiblemente, lo más bonito, que es el patio interior, donde se conservan elementos del gótico tardío y elementos renacentistas, está bastante bien conservado. En muchas salas existen yeserías y artesonados mudéjares de gran calidad. Una de las estancias más impresionantes es el Salón de Embajadores, presidido por una chimenea de estuco, sobre la que se abre una tribuna cerrada con celosía.
Información de interés
El patio es visitable en el horario de apertura, y aunque existe una visita libre, lo ideal es organizar una visita guiada.
Horarios:
Horario de invierno:
De martes a sábados, a las 11:00, a las 13:00 y a las 16:30 horas.
Domingos: a las 11:00 y a las 13:00 horas.
Horario de verano:
De martes a sábados, a las 11:00, a las 13:00, a las 16:30 y a las 18:00 horas.
Domingos: a las 11:00 y a las 13:00 horas.
Visitas libres, para tener la visita guiada, es necesario un mínimo de 4 personas.
Precio de la entrada
General: 3 €/persona.
Niños, de 4 a 14 años: 2 €/persona.
Grupos, a partir de 20 personas y concertados con anterioridad: 2 €/persona.
Rollo de Justicia de Peñaranda
Este rollo de justicia es una columna de piedra que nos indica que estamos en una población importante desde la que se impartía justicia en nombre del monarca. El rollo o picota de Peñaranda es una columna tallada en piedra con unas preciosas líneas góticas. Desde 1931 está declarado Bien de Interés Cultural.
Murallas de Peñaranda de Duero
Esta población gozó de la protección de una muralla medieval, aunque con añadidos posteriores. Este recinto contaba con 3 puertas de acceso; al este, al sur y al oeste. Actualmente se conservan partes de los lienzos de murallas, y dos de estas tres puertas.
El acceso más impresionante es el del sur ya que, tras pasar por un gran arco, se da acceso a la plaza mayor, con el Palacio de Avellaneda a la izquierda y la Colegiata de Santa Ana a la derecha.
Iglesia colegiata de Santa Ana de Peñaranda de Duero
Esta iglesia impresionante preside la plaza mayor. Posee una fachada majestuosa, enfrentada al palacio de los Condes de Miranda. Esta iglesia tuvo su importancia, siendo una colegiata asistida por un colegio o grupo de sacerdotes con un abad que lo dirigía. Y aunque actualmente ha perdido su condición de colegiata, sigue siendo llamada así de forma popular.
Fue construida tras la muerte del artífice principal del palacio, por su viuda, Doña María Enríquez de Cárdenas y su hijo el II duque de Miranda. La obra, aunque se inicia en el siglo XVI, se prolonga hasta el siglo XVII, por lo que posee varios estilos, aunque el predominante es el barroco, atribuido a Rodrigo Gil de Hontañón y a Pedro de Resines.
Como otras iglesias de la zona de la Ribera del Duero burgalesa, la fachada principal está dotada por un retablo pétreo; igual no tan espectacular, ni tan magnífico, como el de Gumiel de Izán, que está bastante próximo, pero igualmente impresionante.
El acceso al templo se hace por una escalera con ocho columnas de mármol tallado en estilo renacentista italiano que fueron traídas de Nápoles, por Juan de Zúñiga, VI Conde de Miranda, que fue virrey de Nápoles. Otros detalles interesantes son los tres bustos de los emperadores romanos que se encuentran en las fachadas, traídos por él.
Interior
En el interior, una única nave con bóvedas de crucería renacentista, es de gran interés el retablo neoclásico diseñado por Ventura Rodríguez, con una altorrelieve de Alfonso Giraldo dedicado a la Santa patrona de la Colegiata, Santa Ana. Otra joya en su interior es un Cristo procesional articulado; una talla de un Jesús Nazareno y la colección de reliquias, dispuestas en un retablo neoclásico.
Información para una visita
Horarios:
De martes a sábado, en ciertas franjas horarias, a las 10:30, a las 12:00 y a las 16:00 horas.
Precio de la visita:
Entrada general: 4 €/persona.
Niños de 4 a 14 años: 2 €/persona.
Para entender todos los detalles de esta iglesia, igualmente recomendamos la reserva anticipada online de una visita guiada al interior del templo.
Farmacia más antigua de España en funcionamiento
No sabemos si esto es, o no, un atractivo turístico; o bien una curiosidad, como el primer buzón de correo en Mayorga de Campos. El caso es que esta botica lleva abierta de forma ininterrumpida desde el siglo XVIII, cuando fue fundada por Lucas Ximeno. Sus descendientes, actualmente ocho generaciones, conservan el legado a través de los siglos. Esta farmacia está en un casón de la época, contando con varias dependencias, como rebotica, laboratorio y jardín de plantas medicinales.
Para visitarlo
Ojo, este es un negocio en activo como farmacia. Cierra los fines de semana y festivos, y la visita es posible, en función de los clientes.
Herrería relojería
Junto un antiguo hospital de peregrinos, en el exterior de la muralla, se encuentra esta herrería, regentada actualmente por la tercera generación. Los propietarios, la familia Cerezo, fundaron esta antigua fragua a mediados del siglo XIX; una forja que sigue trabajando de manera artesanal siguiendo la tradición castellana.
Otro de los atractivos de esta instalación, es la colección de relojes antiguos, realizados en madera y metal perfectamente restaurados y en funcionamiento.
Monasterio de las Madres Franciscanas Concepcionistas
Este edificio fue una casa solariega de, los Condes primero y Duques después, de Miranda. En 1558 ceden esta construcción extramuros para transformarla en un monasterio, ya que tres de sus hijas habían tomado los hábitos concepcionistas en un convento en Torrijos.
De esta forma, regresaron las tres hijas, una de ellas, convertida en la primera abadesa, la Madre Ana de Zúñiga.
Es de suponer que el edificio ha cambiado mucho desde su concepción original, especialmente para adaptarlo al fin conventual, no deja de ser un hermoso edificio de estilo castellano mudéjar. No obstante, su estructura sigue siendo la de un antiguo palacio, con un patio interior en forma de claustro de estilo plateresco, y su iglesia, conserva un precioso artesonado mudéjar.
Monasterio de San José
Este es un Monasterio de los Carmelitas Descalzos, la orden fundada por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, si bien, esta fundación es debida a la intervención del Duque de Miranda, Don Juan de Zúñiga.
Este convento está fuera del casco urbano de Peñaranda. Está ocupado desde su origen por una Comunidad de Frailes Carmelitas Descalzos. En su fachada aparecen los escudos de los Duques y una estatua en piedra de San José. En la iglesia del monasterio se pueden admirar varios interesantes retablos y un friso de azulejos talaveranos de 1755.
Sólo es posible la visita del exterior, ya que es una comunidad activa de clausura.
Bodegas subterráneas
Aunque ya lo hemos anticipado en la primera parte al hablar de bodegas, todo el pueblo aparece horadado por bodegas y lagares. La producción de vinos fue uno de los motores económicos de la población.
Por esta razón, prácticamente todas las casas disponen de una, aunque actualmente son casi todas privadas y no visitables; pero recientemente se ha abierto la bodega histórica del Ayuntamiento, conocida como la Bodega de la Cárcel, porque también tubo este uso esta bodega.
La visita a esta bodega de la Cárcel requiere entrada anticipada. Incluye la visita, la degustación de un vino de la Ribera del Duero en un vaso de barro cocido tradicional, que después de la cata, puedes llevarte de recuerdo.
El propio pueblo, como bien de interés cultural
Y, en cualquier caso, el simple hecho de dar un paseo por el casco histórico supone una maravilla. Casi todo este centro está conformado por casas centenarias con estructuras de madera a la vista y encalados los ladrillos de adobe. Es muy fácil descubrir casas solariegas blasonadas.
Información de interés
¿Cómo llegar?
Como dijimos al inicio, el problema de Peñaranda de Duero es estar un tanto «a desmano», no mucho, pero igual lo suficiente como para que no sea un sitio de paso. Se llega desde la desviación de la autopista A1 Madrid-Burgos, en Aranda de Duero, hacia la carretera BU-925.
¿Dónde alojarte?
Te hemos dicho que este pueblo cuenta con el hotel rural la Posada del Palacio. No es un lugar donde hayamos estado, pero si hemos estado en la cafetería, y no nos dejó una buena impresión. No obstante, en el propio pueblo hay varias casas rurales y posadas.
En plan económico os recomendamos el Alojamientos Palacete, El Refugio de Don Miguel, o Hospedería Jaramillo. Los tres presentan una buena opción.
Aunque si no te importa alojarte en Peñaranda, pero sí disfrutar de la ribera burgalesa, siempre tienes las opciones de quedarte en Aranda, en el Hotel del Área Tudanca, o en el Hotel rural Las Baronas, en el hotel de Santa Cruz de la Salceda. Todos son sitios interesantes para quedarte a recorrer la comarca.
¿Dónde comer en Peñaranda?
No descubrimos tanta oferta gastronómica como esperábamos en un pueblo con tanto atractivo; y nuestra experiencia picando algo a media tarde no fue especialmente buena. No obstante, luego, al movernos por el pueblo, si vimos algunos lugares que tenían su atractivo.
Así, por ejemplo, Bar Restaurante El refugio de Don Miguel, en la calle de la botica, 21; con menú desde 15€ por persona. Otra opción, que nos sacó de un apuro, fue en el bar El Palacete, que se encuentra frente al arco de entrada al casco histórico y que nos sirvió lo que necesitábamos, tras la mala experiencia previa.
Entorno y contexto histórico
Peñaranda de Duero está sobre asentamientos prerromano de tribus arévacas y vasconas. Su fundación se debe a su posición estratégica entre el río Arandilla y la loma tras la reconquista de este territorio por los cristianos en el siglo X. Parece ser que estuvo bajo el amparo de Clunia, aunque más tarde será gestionado desde San Esteban de Gormaz.
Tuvo varios señores, como el infante Don Pedro, hijo de Sancho IV de Castilla, aunque es bajo el reinado de Alfonso XI, que pasa a manos de los Avellaneda, tras el patrimonio de Aldonza de Avellaneda con Diego López de Zúñiga en el siglo XV. Este linaje el que da nombre de os Avellaneda y empieza la saga familiar, llegando a su esplendor con el sexto conde de Miranda, que es ascendido a Duque de Miranda.
Entorno de Peñaranda
Estamos en la Ribera del Duero burgalesa, un buen lugar para comer y disfrutar de buenos vinos de la DO. Ribera del Duero. Este pueblo posee bastantes cosas interesantes de conocer o visitar. Pero estamos rodeados de lugares interesantes para conocer.
Sin ánimo de alargarnos más, tenéis la cabeza de comarca, Aranda de Duero y sus bodegas subterráneas; entre las que destaca la Bodega Museo, que es visitable, y actúa como Museo del Vino de Aranda del Duero, y en cuyo entorno puedes disfrutar de un buen lugar de tapeo. Cerca está Moradillo de Roa y su famoso barrio de bodegas que comparan con la Comarca de J.R.R. Tolkien, y algo de razón tienen. Igualmente Gumiel de Izán, con sus famosa Bodega Portia y su casi catedral. El Monasterio de la Vid, uno de los más bonitos. Y podríamos seguir, la zona da para mucho.
También te puede interesar
- Enoturismo con mayúsculas en Bodegas Balbás.
- Bodegas centenarias de Castilla y León.
- Escapada a Aranda de Duero con Grupo Tudanca.
- vinos de la Bodega el Lagar de Isilla.
Buenas tardes, enhorabuena por el reportaje sobre Peñaranda de Duero. No obstante, para completar la información, le comunico que también hay un lugar en el que se trabaja la cerámica artesanal, con muestra de reproducciónes de cerámica histórica (por ejemplo, el Ajuar Campaniforme encontrado en la localidad), también mostramos el aula arqueológica ubicada en una reproducción de vivienda de la I Edad del Hierro.
Si nos visita en otra ocasión, estaremos encantados de mostrarles A Cántaros. Saludos
Nos lo apuntamos para otra visita por la preciosa Ribera del Duero burgalesa,.. porque es para visitar y en cada viaje seguir descubriendo más y más cosas interesantes.