Las bodegas subterráneas de Aranda de Duero es uno de los recursos turísticos más interesantes de esta capital del vino en la provincia de Burgos. Hasta 7 kilómetros de galerías escavadas en el subsuelo de la roca que sostiene a la noble Aranda de Duero.
Este patrimonio histórico fue construido a lo largo de los años, durante la Edad Media, presentándose como uno de los principales atractivos turísticos de la comarca, con más de ocho siglos de historia. Y es que las bodegas subterráneas son una parte fundamental en la vida de los arandinos.
La red de galerías, de más de siete kilómetros, recorre el casco histórico de Aranda de Duero, han sido durante cientos de años tanto un espacio clave para la elaboración de los vinos de la Ribera del Duero, así como un lugar donde relacionarse.
Una experiencia única y diferente para los viajeros, en la que pueden adentrarse en los secretos de la producción de vino a lo largo del tiempo.
Información práctica de Aranda de Duero
Cómo llegar a Aranda de Duero
Aranda de Duero es una la ciudades mejor comunicadas, ya que se encuentra en la intersección entre la Autopista A1, en el kilómetro 160, y la carretera nacional N122, aunque a su paso ya está hecha la autovía A11.
Dónde alojarse en Aranda de Duero
En su entorno existe una amplia oferta hotelera y de casas rurales en Aranda de Duero, aunque nuestra sugerencia para un gran confort es quedarse en el Hotel Montermoso, aunque esté ligeramente apartado del centro histórico.
Dónde comer en Aranda de Duero
Aranda posee una amplia oferta gastronómica. Te lo contamos más abajo. Pero te adelantamos que durante los meses de junio, son las Jornadas Gastronómicas del Lechazo Asado. Y si no, siempre te queda la opción de tapear en Aranda de Duero por sus bares y restaurantes.
Aranda de Duero, una capital del vino de la Ribera del Duero
Aranda de Duero se caracteriza por ser un lugar donde el vino siempre ha sido un excelente compañero de viaje. Su subsuelo es un fiel reflejo de esto, ya que es el legado de la arraigada cultura vinícola que ha impregnado a la historia de esta localidad.
Excavadas durante los siglos XII y XIII, conforman una auténtica ciudad subterránea donde la elaboración y crianza del vino se descubre en cada uno de sus rincones.
Las bodegas subterráneas, un lugar donde estar
Con el fin de reunirse y deleitarse con los vinos de la Ribera del Duero, las bodegas subterráneas fueron, desde la Edad Media, una parte vital de la vida social. Un concepto que sigue vivo incluso hoy entre sus habitantes.
Y es que aunque existen muchas bodegas visitables, la gran mayoría son privadas y es raro poder visitarlas todas. En aquellas que es posible ver, nada más bajar al entramado de pasadizos históricos, se puede sentir rápidamente el cambio de temperatura y la ausencia de luz que da paso a la tranquilidad, características ambientales fundamentales de las que goza la zona para llevar a cabo la producción del vino.
Durante todo el año las bodegas mantienen una temperatura de entre 11 y 13 grados con niveles de humedad constantes. A través de diferentes respiraderos, se permite una ventilación con el exterior, pese a estar a una profundidad que oscila entre nueve y doce metros.
Las bodegas de Aranda de Duero
Estas cuevas artificiales son una ingeniosa obra de ingeniería desarrollada por los bodegueros de antaño debido a varias razones. Se cree que en principio sirvió para proteger el vino de las razias musulmanas, y se comprobó que el vino evolucionaba mejor que en superficie; Con el tiempo, los pagos de viña motivaron a la creación de estos almacenes donde acogían y potenciaban la producción de vinos de calidad.
Actualmente, estas bodegas son un atractivo turístico muy especial que no deja indiferente a nadie. Es un recorrido en el espacio y en el tiempo a través de sus arcos fajones, pozos de desagüe, fresqueras, depósitos, pasillos y paredes de piedra para desgranar cualquiera de los 365 días del año.
Bodegas visitables en Aranda de Duero
Que muchas bodegas no sean visitable, no significa que no las haya, como el Espacio museístico de la Bodega Las Ánimas es un claro ejemplo de los ocho siglos de legado histórico. Es actualmente el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino.
Otra muy famosa es la perteneciente a la Bodega El Lagar de Isilla. Es visitable gratuitamente, pero pedid permiso al camarero para bajar a la bodega. Mediante una serie de paneles te explicarán cómo se bajaba la uva hasta allí y como se hacía el vino antiguamente. La música (a veces cantos gregorianos) es muy envolvente.
Y sin olvidarnos de la bodega histórica de Don Carlos.
Recientemente, el Ayuntamiento de Aranda de Duero está recopilando en una web las bodegas visitables. Puedes encontrar en este link un plano con algunas de ellas y con la posibilidad de hacer una visita virtual.
Otros atractivos de Aranda de Duero
Una de las mejores formas de disfrutar de Aranda de Duero es olvidarte del coche y caminar por su entramado de calles medievales. No es tan grande, como para que no puedas hacerlo. Entre sus calles podrás encontrar muchos bares y restaurantes donde disfrutar de un buen lechazo asado, como los que se comercializan durante las Jornadas del Lechazo Asado de Aranda de Duero. E incluso deleitarte con los olores, en el Museo de los Aromas.
Pero también puedes disfrutar de un buen tapeo en Aranda de Duero. Te recomendamos nuestra ruta de tapas por Aranda. Y de paso, por el camino por las acogedoras calles arandinas, os encontraréis con espectaculares monumentos como la Iglesia de Santa María o San Juan, sedes de la Muestra de Arte Sacro Las Edades del Hombre del 2014, además de museos como la Casa de las Bolas o el Museo del Ferrocarril, aunque en este momento está en obras de reacondicionamiento.
Nota: Imagen de la portada cortesía de Aranda y La Ribera.