Durante nuestra visita a la Provincia de Soria decidimos visitar El Burgo de Osma, y muy cercano a éste encontramos las ruinas del Castillo de Gormaz. Una población con más pasado que futuro que vivió su época dorada en el s. XI tras derrota de Almanzor y asentamiento de los primeros cristianos.
¿Cómo llegar a Gormaz?
Llegamos por la carretera SO-160, y a escasos kilómetros desde El Burgo de Osma pasamos desde un valle a un cerro solitario. Sobre este promontorio se alza una ruina de una antigua fortaleza.
El pueblo de Gormaz propiamente dicho son pocas casas, desde lo alto creo que contamos del orden de unas 60 construcciones. Parece mentira que este puesto fuese tan importante en la historia, pero así fue. ¿Cómo fue posible esto? Lógico, este cerro tiene unas vistas únicas en todos las direcciones, y por si esto no fuese suficiente, la gran fortaleza contaba con 7 atalayas en los cerros cercanos que hacían de vigía extra sobre este valle.
Las piedras nos relatan su historia:
El origen de esta construcción parece ser un castro celtívero. Posiblemente vacceos o arevacos, ya que son los pueblos prerromanicos que dominaban esta zona. Desde lo alto del cerro, ya se puede defender la población fácilmente.Posteriormente los romanos situaron un campamento permanente en este privilegiado lugar como punto de control del río, de su valle y una calzada romana en la que aún se conserva un puente romano de 8 ojos.
En época goda este alto cayo un tanto en abandono, aunque parece ser que si había un campamento o fortaleza. No obstante la gran construcción en forma alargada llegaría con la invasión musulmana. De hecho aún se conservan los restos de lo que debió ser un palacio califal. Varios arcos de herradura nos recuerdan el paso de los musulmanes por Castilla y León.
El perímetro amurallado de la fortaleza de época musulmana no abarcaba completamente la parte superior del cerro. La puerta principal, con su precioso arco, aún se conserva, así como las salidas secundarias, ó «poternas», a terrazas medias en el cerro que servían como puestos de defensa avanzados.
Quién dominaba esta fortaleza, dominaba el valle del Duero. Por esa razón esta fortaleza cambió de manos en varias ocasiones; Al menos mientras el río Duero fue frontera (la Extremadura).
Los Cristianos en varias ocasiones trataron de conquistar el promotorio de forma infructuosa. Finalmente en el 981 se logra, para luego ser perdida de nuevo a manos de Almanzor en el 983. Durante 80 años, volvío a ser sitiada sin éxito, y habrá que esperar hasta el 1061 para que finalmente pasara a manos Cristianas. En el 1087, este fortaleza será administrada por el mismísimo Rodrigo Diáz de Vivar, ‘El Cid’.
Una vez estabilizada la frontera un poco más lejos del Duero, y ya la fortaleza en manos Cristianas, se termina de cerrar la muralla en toda la parte superior y se abre una nueva puerta; Las piedras de es esta puerta actualmente han desaperecido. Como muchas piedras actualmente han sido expoliadas para la realización de nuevas construcciones. La parte palaciega de época musulmana se refuerza con un foso interior seco.
Durante los siguientes años de la reconquista esta fortaleza deja de ser un lugar estratégico, pero sigue siendo un lugar de control del paso de bienes y personas.
Con los Reyes Católicos esta fortaleza pierde su valor militar y se transforma en cárcel de estado. Con el tiempo, hasta este uso dejo de ser interesante y terminó siendo abandonada. De esta forma, la fortaleza cayó en el olvido y entre sus muros se acallaron las historias de tan nobles gestas.
El Castillo de Gormaz hoy:
Afortunadamente la Junta de Castilla y León inició un proyecto de consolidación de las ruinas para asegurar y proteger los restos de la fortaleza. La Asociación de Amigos de los Castillos hacen lo que pueden para ir restaurando poco a poco los restos que aún se conservan.
Si tienes tiempo, te recomendamos desviar tu ruta hacia Gormáz, caminar por sus murallas y disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece este lugar.
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El artículo es bueno y útil, pero deberíais cuidar la ortografía: celtíbero, Gormaz…