Este año se celebra el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús en la ciudad de Ávila, tal día como un 28 de marzo de 1515. Más allá de las creencias religiosas, Teresa de Jesús fue un personaje histórico admirable. Una mujer emprendedora, decidida y con una fuerza de voluntad inquebrantable que marcó un hito en la sociedad de su época.
Algunos aspectos de la vida de esta escritora y fundadora de la orden de las Carmelitas Descalzas son controvertidos, sorprendentes y desconocidos. Aquí te contamos 10 cosas que quizá no sabías de Teresa de Jesús…
10 cosas que quizá no sabías de Teresa de Jesús
1. Se llamaba Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada
Aunque generalmente usó el nombre de Teresa de Ahumada hasta que comenzó la reforma, cambiando entonces su nombre por Teresa de Jesús.
2. Descendía de familia judía conversa
Santa Teresa era descendiente de judeoconversos y seguramente lo sabía. Su abuelo paterno, Juan Sánchez de Toledo, fue procesado por la Inquisición en 1485 y obligado a llevar el sambenito durante siete viernes, siguiendo la condena impuesta a los criptojudíos penitenciados por el Santo Oficio. La familia se vio obligada a abandonar un floreciente negocio de paños en Toledo y a trasladarse a Ávila, con menos posibilidades, pero donde nadie les conocía ni sabía de su desgracia con el Santo Oficio.
3. Se escapó con su hermano cuando era pequeña
Desde pequeña pensó en sufrir el martirio, para lo cual, ella y uno de sus hermanos, Rodrigo, un año mayor, trataron de ir a las «tierras de infieles», es decir, tierras ocupadas por los musulmanes, pidiendo limosna, para que allí los descabezasen. Su tío los trajo de vuelta a casa. Convencidos de que su proyecto era irrealizable.
4. La dieron por muerta
Ingresó en el Convento de la Encarnación de Ávila pese al desacuerdo de su padre. Tras entrar al convento su estado de salud empeoró. Padeció desmayos, una cardiopatía no definida y otras molestias, por lo que su padre decidió llevarla con su hermana a Castellanos de la Cañada (Ávila).
De vuelta en Ávila, el Domingo de Ramos de 1537, sufrió un paroxismo de cuatro días en casa de su padre, quedando paralítica por más de dos años. Sus padecimientos físicos fueron horribles. En una ocasión la dieron por muerta pero su padre se negó a enterrarla. Pocos días después despertó.
5. Dejó la oración y Jesucristo se lo recriminó
Teresa de Jesús tuvo visiones a lo largo de toda su vida. En una ocasión, había abandonado la oración, recibiendo frecuentes visitas de amistades en el convento. Jesucristo se le apareció en el locutorio con semblante airado, reprendiéndole su trato familiar con seglares. Veía a Dios, la Virgen, los santos y los ángeles en todo su esplendor. Incluso tuvo visiones proféticas y visiones del infierno.
6. La ciencia no se lo explica
Pasaba de los cuarenta y tres años cuando por vez primera vivió un éxtasis. Sus visiones intelectuales se sucedieron sin interrupción durante dos años y medio (1559–1561). Varios testigos contemplaron como levitaba sobre el suelo en algunos de estos éxtasis. A día de hoy la ciencia no es capaz de explicar estos fenómenos de levitación.
7. A punto de entrar en prisión
Teresa escribió, además de muchas cartas y poemas, cuatro grandes obras: «El libro de la Vida», «Camino de perfección», «Castillo interior» y el «Libro de las Fundaciones». El más cuestionado por la Inquisición fue el primero de ellos, la autobiografía de la Santa, por tratar de «cosas místicas». La Inquisición la consideró sospechosa de ser «alumbrada» y «dejada» y Santa Teresa de Jesús tuvo que comparecer ante uno de sus tribunales.
Fue interrogada, molestada, amenazada y estuvo a punto de ir a prisión pero finalmente, los inquisidores rechazaron la acusación de una testigo.
La princesa de Évoli, cortesana de Felipe II, famosa por su parche en el ojo derecho y sus conspiraciones, quiso ingresar en la orden de Carmelitas descalzas, pero al no guardar la regla de la comunidad, Teresa de Jesús, tuvo que sacar al resto de hermanas del convento de Pastrana y llevarlas al convento de Segovia. La princesa de Évoli denunció a Teresa a la inquisición, pero la denuncia tampoco llegó a buen puerto.
8. Los rigores de la Orden
Tanto Teresa de Jesús, como sus seguidoras adictas a la reforma de Teresa, dormían sobre un jergón de paja; llevaban sandalias de cuero o madera; consagraban ocho meses del año a los rigores del ayuno y se abstenían por completo de comer carne.
Pese a estos tremendos rigores, Santa Teresa consiguió fundar hasta 17 conventos por todo el país. Hoy se ha creado una ruta llamada: Huellas de Santa Teresa para visitar los lugares elegidos por la Santa para fundar sus conventos.
9. Cuerpo Incorrupto
Tras recibir el rechazo de las prioras de los Conventos de Valladolid y Medina del Campo que ella misma había fundado, viajó muy enferma hasta Alba de Tormes, donde falleció un viernes, 15 de octubre. Nueve meses después de su muerte abrieron el ataúd y comprobaron que el cuerpo estaba entero y los vestidos podridos. Antes de devolver el cuerpo al cofre de enterramiento le diseccionaron una mano que envolvieron en una toquilla y la llevaron a Ávila.
10. El Báculo de Santa Teresa
El bastón o báculo de Teresa de Jesús es una reliquia que se convirtió en símbolo del camino espiritual de la propia Santa Teresa. Con motivo del V centenario del nacimiento de Teresa de Jesús, el bastón, resguardado por una caja vidriada, se trasladó en una peregrinación conocida como «Camino de la Luz», que comenzó en Ávila, el 15 de octubre del 2014 (día de su fiesta), y se detuvo en los principales centros de carmelitas descalzas en veintinueve países de los cinco continentes.
El recorrido de la peregrinación, organizado por la propia Orden, finaliza en Ávila el 28 de marzo (cumpleaños de la santa) de 2015.
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