Por cercanía, Toro siempre ha sido uno de nuestros destinos favoritos. Como ya os hemos descubierto hace tiempo en la visita virtual a esta localidad zamorana, un paseo por su casco histórico resulta de lo más agradable. Disfrutar de sus vinos y sus tapas, una maravilla, pero la producción gastronómica de Toro es además una oferta de productos de calidad y tradición.

 
Por su situación geográfica e histórica, fue cabeza defensiva de reino de León durante la reconquista, esto hizo que en un momento dado fuera necesario una repoblación con personas venidas del norte de España, como gallegos y asturianos. De este origen, aunque muy diluido por el paso del tiempo, aún se conservan algunos aspectos que se presentan en la tradición gastronómica cermeña, especialmente en la materia prima.
 

Influencias gallegas y asturianas

Actualmente siguen siendo típicos platos que en casi nada podríamos relacionarlos con la gastronomía de la meseta o del páramo leonés, como el pulpo a la sanabresa, el Jabalí al tinto de Toro o los Melocotones al vino de Toro. Igualmente en la producción de una selección de quesos y embutidos con nombre propio que se agrupan bajo el amparo de denominaciones de origen zamoranas.

Aunque en Castilla y León en general, y en particular en la propia provincia de Zamora, la tradición culinaria prima la materia prima, y donde el punto fuerte y las elaboraciones se basan más en el producto.

Algunas elaboraciones del recetario tradicional zamorano lo tenéis disponible en nuestra sección de recetas de Castilla y León. Esa influencia externa lo podemos encontrar en platos tan suculentos como el arroz a la zamorana, el bacalao a la tranca o el pulpo a la sanabresa.

 

Tradición e innovación

Pero no se puede vivir exclusivamente de pasado, y menos en la gastronomía. En Toro, quizás por el impulso de la edición de las Edades del Hombre, Toro 2016, o porque ha despertado de un letargo, en las cocinas de Toro se está evolucionando hasta consolidarse como un referente en Zamora. Para ello basándose en el recetario popular se están introduciendo ingredientes y técnicas que empiezan a dar sus frutos en una mejor oferta gastronómica.

 

Los productos locales, base de la gastronomía de Toro

Las legumbres de Zamora

Todo comienza por la base, por una cuidada materia prima. Si conocéis la comarca de Toro, os daréis cuenta que cuenta con una gran producción de vegetales procedentes de las huertas bañadas por el río Duero. Así destacan las legumbres, como el garbanzo o la lenteja.

 

Carnes y embutidos zamoranos

En cuanto a carnes, hay gran variedad de elaboraciones tradicionales, como estofados o asados. Uno de los más famosos, el jabalí al vino tinto, o los filetes de huerta; Las patatas a la importancia. Y aunque no es su producto estrella, Toro está junto a las mejores comarcas productoras de cereales, por lo que el pan elaborado en Toro también es excelente.

En cuanto a productos básicos, el Chorizo de Zamora resulta de lo más típico, aunque igual no sea tan reconocido como el de otras zonas; pero igualmente buenos y de gran calidad, en la zona encontramos buenísimas queserías que elaboran el Queso Zamorano, que también se protege al amparo de la su Denominación de Origen.

 

Dulces de Toro

Y en cuanto a dulces, la tradición gastronómica de Toro incluye postres tan típicos como los Melocotones al vino de Toro y el Bollo Coscarón o Repelada. Sin olvidamos la tradición compartida de los Huesos de Santos en el día de los difuntos, las torrijas en Semana Santa,..

 

Y a buen comer, buen beber

No se debería hablar de gastronomía de ningún lugar sin nombrar la bebida original del sitio; Y esta frase en Toro es aún más importante, y ya sea durante una comida formal, a la mesa; o se trate de algo más informal como salir a tapear, por ejemplo para la Plaza Mayor de Toro, olvidarse de los Vinos de Toro sería dejar coja a la comida. Toro cuenta con una Denominación de Origen que aunque no tenga muchos años, si posee una experiencia elaborando vinos forjada a lo largo de siglos.

 
En la actualidad existen 64 bodegas comerciales, e infinidad de pequeños elaboradores, que siguen produciendo vinos de un gran cuerpo y carácter. Aunque la aplicación de las modernas técnicas de vinificación ha pacificado el carácter propio de estos vinos, por su adaptación al terreno y al clima, la variedad tempranillo, sigue dejando esa marcada aspereza, que una vez “domada” hace que los vinos de Toro sigan siendo muy especiales.
 

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