Visitamos este complejo kárstico de las Cuevas del Águila en el Valle del Tiétar en Ávila casi por petición familiar. Y a qué las conocíamos hace cuyos años, realmente ya no recordábamos bien su apariencia.
Índice de contenidos
Para ayudaros a usar este contenido, hemos preparado este índice con los principales puntos de esta publicación.
La experiencia de visitar las Cuevas del Águila:
- Pasar por Gredos.
- Las Cuevas del Águila.
- La experiencia de visitar la cueva.
- Información general de las Cuevas del Águila.
- Otras actividades complementarias.
Información general sobre Ramacastañas:
Esperamos que os sea de interés y os animéis a conocer estas Cuevas del Águila, si no las conocías.
Preparando el viaje
Hacía tiempo que teníamos ganas de volver por el Tiétar, la última visita a La Adrada nos animó a dedicarle más tiempo a esta zona sur de Ávila.
Finalmente, hicimos un viaje de ida y vuelta en el día en el que por el camino puedes incluir algunas paradas de interés que complementan esta escapada.
Valle del Tiétar, la zona sur de Gredos
La Sierra de Gredos es un subconjunto de montañas y valles en el Sistema Central. Por sus cualidades de aislamiento y climatología se ha desarrollado un paisaje y un paisanaje único.
Pasó por el Puerto del Pico
En esta ocasión vinimos al Tiétar desde el norte, por lo que fue necesario atravesar Gredos.
El mejor paso por esta zona es pasar el Puerto del Pico, uno de los pasos de montañas más emblemáticos de Gredos por sus paisajes, de una naturaleza aún bastante virgen, pueblos serranos y por una “calzada romana” con un estado de conservación admirable.
Este puerto permite pasar del Valle del Alberche al Valle del Tiétar. Pese a que su altura no es mucha, no alcanza los 1400 metros, posee unos desniveles y unos zigzags que lo han convertido en un paso emblemático.
En ocasiones, pasando por esta carretera, aún te puedes cruzar con auténticas cabras de Gredos, una especie adaptada a estas montañas.
La calzada romana
La actual carretera corta en varios sitos una calzada antigua. Tradicionalmente se le ha atribuido un origen Romano, aunque las piedras actuales son una reconstrucción medieval y la restauración de caminos de época de Fernando VI y Carlos III.
Estas carreteras se rehabilitaron para mejorar las comunicaciones que permitieran un mejor comercio de los productos del interior de la península.
Visita a las Cuevas del Águila
Una vez en el Valle del Tiétar, hay que desplazarse hasta el pueblo Ramacastañas, una pedanía de Arenas de San Pedro.
Tras pasar este pueblo, hay que transitar por una carretera comarcal en bastante buen estado. Tras esto, se llega a un gran parking donde dejar el coche.
Instalaciones a la entrada de las cuevas
Junto al parking se encuentra un restaurante y varias tiendas de souvenirs. Ahí no se compran las entradas. Hay que subir unas cuantas escaleras hacia un punto más alto.
Allí es donde se pueden comprar las entradas y hay una zona de espera a las visitas guiadas. También hay baños, por lo que, si es necesario, se pueden usar.
Entrada a las propias Cuevas del Águila
El acceso a la cueva está habilitado para aclimatarse parcialmente a la atmósfera interior y de alguna forma, evitar una contaminación excesiva procedente del exterior.
Este vestíbulo de entrada se hace bajando unas cuantas escaleras. Tras pasar ese vestíbulo y adentrarse un poco más en esas escaleras ya, nos adentramos en una antigua salida del agua que dio paso a este complejo kárstico. Aunque en el momento de su descubrimiento, no era más que un agujero de unos 60 centímetros de diámetro.
Experiencia del visitar estas cuevas
Estas cuevas tienen una antigüedad estimada de unos 12 millones de años, en unas cavidades de unos 10.000 m², si bien la configuración actual se debió a un asentamiento del propio terreno. Esto pudo ocurrir hace varios cientos de miles de años.
Este asentamiento provocó la rotura de numerosas columnas a media altura, y han empezado a recrecer varias estalagmitas que, en algún momento, volverán a unir a estas columnas rotas.
Recorrido por la cueva
El recorrido es guiado durante todo el tiempo dentro de la cueva. Evidentemente no se pueden tocar los espeleotemas presentes, pues sería una contaminación de la cueva.
El recorrido se realiza en grupos reducidos y con una duración de unos 35-45 minutos, en el que se recorren unos 1000 metros de un camino marcado.
La ruta sigue un recorrido que forma una espacie de lazo y permite visualizar la práctica totalidad de la cueva, en este trazado abierto al público.
Imaginamos que, para espeleólogos profesionales, podrán acceder a otros niveles del complejo kárstico.
Espeleotemas presentes en las cuevas
Esta cueva presenta numerosos espeleotemas bastante comunes, incluyendo estalactitas y estalagmitas; muy típicas. Igualmente, cortinas, banderolas y bastantes coladas.
Son formaciones excéntricas constituidas gota a gota desde el suelo y el techo con el paso de miles de años.
La temperatura interior de la cueva es estable durante todo el año, y esta es de 17°C
Estas cuevas tienen una gran variedad de colores y texturas, en algunos casos poco habituales en este tipo de cuevas dentro de la península ibérica.
La experiencia es una pasada, y desde luego una gran escapada sobre todo para hacer en familia.
Información práctica para visitar la cueva
Situación y contacto
Carretera de las Cuevas del Águila, s/n (ver en un mapa)
05418 – Ramacastañas, Ávila
Telf.: +34 920 37 71 07
@.: info@grutasdelaguila.com
Horario
En primavera – verano:
- Mañanas de 10:30 a 13:00 horas
Tardes de 15:00 a 19:00 horas
En otoño – invierno:
- Mañanas de 10:30 a 13:00 horas
Tardes de 15:00 a 18:00 horas
Precio de las entradas
- 10 €/adultos.
8 €/niños de 6 a 10 años.
Menores de 5 años, gratuito.
Se pueden comprar desde la web o en taquilla; no es necesario realizar reserva previa.
Hay un precio especial para grupos de más de 20 personas: 8 €/persona.
Otras actividades próximas
Evidentemente, esta visita no te lleva todo el día, por lo que es interesante complementar la visita con otras actividades cercanas. Os contaremos lo que hicimos nosotros, y otras ideas que se pueden hacer por la zona.
Parque Megálitico La Guaña
Se trata de un parque de esculturas al aire libre realizadas en piedra, aunque ya se encuentra muy cerca de Candeleda. Son creaciones y recreaciones de monumentos megalíticos.
Castro Vettón de El Raso
Este castro vettón está solo medio excavado. Para llegar es necesario atravesar la pedanía de El Raso. Hay varias calles que suben desde la calle principal. Hay que subir hasta una carretera que sale desde la puerta del Mesón el Mirador de Gredos.
Hay un punto donde aconsejan aparcar el coche y desde ahí, seguir andando unos 300 metros. La visita se puede hacer de forma libre, ya que hay varios carteles que explican el castro; aunque, sabemos que existen visitas guiadas que lo explican de forma mucho más exhaustiva; además, permite visitar dos construcciones que recrean dos viviendas vettonas.
En este castro se han desenterrado varias zonas, entre las que se destacan las murallas, con casi dos kilómetros de perímetro y varias estructuras de las viviendas, así como un «tesoro» de alguien escondió en el pasado.
Información práctica
Existen dos formas de visitar este yacimiento; además de por libre.
La visita guiada normal a las casas muselizadas:
- Con pases a las 10:00, 11:00, 12:00 y a las 13:00 horas; los días de visitas (en la web de Candeleda)
Precio: 3 €/persona.
Se recomienda realizar reserva previa en el telf. +34 681 94 21 37.
Existe una visita guiada especial, solo en verano, que se realiza solo los jueves y además
- Durante la temporada de verano, la visita especial recorre el perímetro de la muralla, incluyendo zonas urbanas. Adicionalmente se sube a los restos de superiores de la muralla (al castillo) y a las casas musealizadas.
Horario: La visita comienza a las 9:00 horas am. No accesible para personas con movilidad reducida ni carros de bebé.
Precio: 8 €/persona.
Solo con reserva previa en el telf. +34 681 94 21 37.
Paseos a caballo
En la zona, también podéis realizar una escapada para dar un paseo a caballo. Desde Piedralaves, que está a media hora más o menos, hay unas rutas a caballo que permiten cruzar senderos con un guía experto en la naturaleza de esta zona de Gredos.
Partiendo del Club Hípico del valle del Tiétar, se eligen los caballos con los que se dará este paseo. En el propio club hípico proporcionan el equipo necesario. La visita estándar es de una hora y cuarto de paseo a caballo.
Situación y contacto
Club Hípico del valle del Tiétar
Carretera CL-501, km. 27 (ver en un mapa)
05440 – Piedralaves, Ávila
Telf.: +34 699 74 73 22
Precio de los paseos
20 €/persona. No es apto para menores de 6 años.
Todos los días, bajo reserva previa online de paseos a caballo, a las 10:00, a las 12:00 o las 17:00 horas.
Cielos starlight
Una de las características de Gredos son sus cielos, famosos por su limpieza, lo que los ha hecho merecedores de la calificación Starlight. Y aunque un experto puede desgranar cada una de las constelaciones que pueden observarse, cualquier persona puede admirar la belleza de estos cielos estrellados.
Información general
¿Cómo llegar a Ramacastañas?
Las Cuevas del Águila como hemos indicado están en la pedanía de Ramacastañas; una localidad atravesada por las carreteras comarcales CL502, y por la CL501.
¿Dónde comer en Ramacastañas?
Para esta visita, nosotros vinimos desde Gredos norte, por lo que desde la CL502, nos quedamos a comer en un lugar por nosotros conocido como lo es la Venta Rasquilla, en Hoyocasero; uno de nuestros lugares favoritos en la zona de Gredos norte; aunque igualmente podríamos haber parado en otro lugar al lado, La Venta del Obispo. Son lugares famosos por sus buenas carnes de auténtico «negrito abulense», una raza de vacas típicas de Ávila.
No obstante, vimos junto a las propias instalaciones de las Cuevas del Águila un restaurante, pero al ir justos de tiempo no nos fijamos de cómo era. En Ramacastañas, nos parecieron interesantes el restaurante del Hostal Mesón Las Chuletas, especializado en la gastronomía local de Gredos; o el restaurante Inca 2.0, que por lo que creemos es una fusión con una cocina más internacional.
¿Dónde alojarse en Ramacastañas?
Como podéis imaginar, no nos alojamos en Ramacastañas ni en su entorno en esta ocasión, aunque por nuestra experiencia, una visita al Tiétar, que es mucho más que las Cuevas del Águila, da para varios días. No obstante, una vez visitando La Adrada, a poca distancia, nos encajó muy bien, para turismo familiar, la Posada Villa Maria.
En el propio Ramacastañas, solo hemos sabido del Hotel rural Hostal Mesón Las Chuletas, aunque no tenemos mucha información, más allá de su web. 18 habitaciones simples, pero aparentemente cómodas e ideales para visitar el Tiétar al estar en un lugar privilegiado.
Breve contexto histórico
Aunque este es un territorio de pueblos prerromanos, especialmente vettones, en el entorno más próximo a Ramacastañas no se han hallado asentamientos de estos pobladores, aunque sí de época posterior, ya de cultura romana.
El pueblo está datado al menos antes del siglo XV, pues había un puente de madera que tuvo que ser remodelado en piedra por petición de Beltrán de la Cueva, valido de Enrique IV; para el cual se impondría un impuesto de paso; algo muy interesante al estar en una cañada real, de camino a Mombeltrán.
La importancia de estos puentes no disminuyó y en 1777, se construye el actual, por estar integrado en la Cañada Real leonesa que, atravesando el Puerto del Pico, permite pasar hacia la submeseta norte.
Historia de las Cuevas del Águila
Estas cuevas se descubrieron en 1963; es decir, son conocidas desde hace relativamente poco tiempo. Se descubren por casualidad, cuando una partida de caza de cinco amigos se metieron en un hueco de lo que parecía una gatera, por la que salía un cierto vaho por diferencia térmica.
Al entrar arrastrándose, dieron con la cavidad, en la que estuvieron alrededor de cinco horas perdidos, hasta que lograron salir. Tras mucho esfuerzo de acondicionamiento, se abrió al público en 1964; en un recorrido sencillo y bien trazado. Desde entonces, las visitas y la iluminación artificial han contaminado parcialmente algunas zonas con líquenes y plantas.
El problema de estas cuevas surgió, al estar en una finca particular, y varios los posibles propietarios. En un primer momento se aceptó dar a Doña Eusebia Galán Jara por parte del tribunal provincial de Ávila, otorgándola un 20% de la rentabilidad de la explotación de la cueva. Posteriormente, el tribunal supremo de Castilla y León dio la razón a Doña Dolores Muñoz, haciéndola única propietaria de la misma hasta la fecha.
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