Parece que fue eliminar las restricciones, y las ganas por viajar nos pusieron en carretera con ansias, o al menos así lo vivimos en general los que nos consideramos viajeros. Durante mucho tiempo, un destino nos estuvo tentando hasta que; por fin, pudimos cuadrar viajar a La Adrada, una preciosa población del valle del Tiétar, en Ávila.
Geográficamente, este valle del Tiétar se encuentra en la zona sur de Gredos, en el parte más central de la península ibérica, pero por una casualidad del destino, esta zona posee un clima mediterráneo que le permite gozar de unos paisajes y verdor que, desde luego, no te esperas.
El valle de Tiétar es equivalente al valle del Jerte, de hecho, se unen en Plasencia y comparten bastantes cosas en común.
Índice de Contenidos
Para ayudarte a usar esta publicación sobre la Adrada, hemos creado este índice con los principales puntos.
Patrimonio histórico artístico:
- Castillo de La Adrada.
- Arquitectura civil y popular.
- Iglesia y templos de interés.
- La Quesería del Tiétar .
- Jardín Botánico Valle del Tiétar.
- Rutas de senderismo para conocer el entorno.
Información general:
Esperamos que, este resumen os sea de utilidad.
Preparando el viaje
El valle del Tiétar, junto al valle del Alberche forman parte de la cuenca hidráulica del Tajo en Castilla y León, esto climatológicamente se nota bastante por poseer un clima mediterráneo que contrasta con otras zonas más continentales de Castilla y León.
Al estar en la zona sur de Gredos, y relativamente bien comunicado con la submeseta sur, mucha gente de Madrid y Toledo desciende de esta tierra, o bien tiene segundas residencias allí, así que no te sorprenda que casi sea una extensión de estas zonas.
Visita al Valle del Tiétar
En general, todo este valle es una preciosidad, las condiciones climáticas permiten una zona de gran belleza, con poblaciones serranas que en su momento demostraron su valentía al estar en la frontera con el mundo islámico, pero con una muralla de roca detrás, como es la Sierra de Gredos.
Pero la riqueza y los beneficios aportados, compensaban ser la punta de lanza. Hoy, puedes disfrutar de pueblos hermosos que crecieron al amparo de estas circunstancias, como es la misma La Adrada, Sotillo de La Adrada, Piedralves, Casavieja, o Arenas de San Pedro.
Como todos pueblos serranos que, en cierta medida, guardan bastantes similitudes con los pueblos de la Sierra de Salamanca, compartiendo estilo, gastronomía y costumbres.
Visita a La Adrada
Como hemos dicho, este pueblo nace como una punta de lanza en la reconquista; una iglesia en lo alto de un cerro que domina la población; que con el paso del tiempo se convertirá en el castillo de La Adrada y marcará el destino de esta población.
Castillo de La Adrada
Y es que, como decíamos, si bien esta construcción no nace como una fortaleza, ni como un palacio, si no como una pequeña iglesia o ermita; la parroquia principal de La Adrada, pero que, con el paso del tiempo, llegará a ser todo eso; haciendo que sea la construcción más destacable de La Adrada y visita obligada.
Aunque se puede subir andando por las calles de La Adrada, en la calle de las Escalerillas, si vienes en coche, rodea la colina y encontrarás varios carteles que llevan a la base del castillo, se encuentra el Parque de calistenia, que dispone de aparatos deportivos que permiten la realización de ejercicio físico con nuestro propio cuerpo.
Subida al castillo
El último tramo de acceso al Castillo puedes hacerlo a pie o en tu propio vehículo y dejar aparcado tu coche en la explanada de la fortaleza. Las vistas son impresionantes; a la espalda el pueblo de La Adrada; al frente las imponentes murallas de la que fue una de las fortalezas palacio, más hermosas de España.
Si bien el castillo de La Adrada sufrió muchos daños y abandono durante el siglo XIX y XX, las intervenciones de finales del siglo XX e inicios del XXI permiten una rehabilitación de la mayor parte del mismo y un uso a nivel cultural y turístico.
Este castillo sirvió de residencia a personajes ilustres, pues estaba en una ruta importante. Entre ellas, a los mismos Reyes Católicos, entre otros.
El patio exterior
Aunque el Castillo cuenta con una poterna de salida, un tanto escondida a la vista, la entrada principal se acede una vez superado un foros y una puerta fortificada, lo que permite entrar a un amplio patio interior en el que espera la verdadera fortaleza.
El paseo de ronda está accesible mediante las escaleras originales, y permite rodean casi todo el adarve del castillo.
La fortaleza interior
Para acceder a lo que fue en sí mismo un palacio fortificado, el acceso se realizaba por otra barbacana hoy desaparecida, de la que solo se conservan los cimientos. Esta barbacana tenía la puerta en un lateral, por lo que el posible asaltante no podía usar maquinaria de asedio pesada para forzar la puerta al castillo.
Su interior era un palacio renacentista, imaginamos con las comodidades de la época. El patio que hoy podemos ver tuvo que ser reconstruido debido a su estado de ruina, aunque siendo bastante fiel a lo original.
El núcleo inicial de esta fortaleza, la ermita en lo alto de la loma se conserva en gran medida, pues la Torre del Homenaje usaba el ábside como cimiento, y la nave central como una sala del palacio. El techo que cubría esta zona del palacio se perdió y hoy es un patio de butacas a aire libre, que fuera de pandemia, era usado para acciones culturales y de ocio en las noches de verano.
¿Qué puedes ver?
En la zona rehabilitada se encuentra la Oficina de Turismo de La Adrada, allí puedes recoger información no solo de La Adrada, si no, de todo el Valle del Tiétar, que como te hemos contado es muy interesante.
Otra sala rehabilitada es una sala de exposiciones temporales, donde diversos artistas realizan diversas muestras de arte durante todo el año.
El recorrido te permite subir a la muralla de la fortaleza y acceder a la Torre Albarrana . Allí, no te asustes, aunque no vamos a hacerte un spoiler. Subiendo más por el interior de la torre se llega a la muralla. Vamos a recorrerla disfrutando de unas vistas preciosas. Finalmente, llegaremos a la Torre del Homenaje, sobre el antiguo ábside.
Centro de interpretación de las fortalezas del Valle del Tiétar
En el piso de superior del patio renacentista, encontrarás el Centro de Interpretación del Valle del Tiétar, que como te hemos dicho fue línea fronteriza durante la reconquista y estuvo jalonado por fortalezas de forma que forman una línea de castillos.
En este Centro de Interpretación puedes conocer la importancia estratégica de la zona y cómo fue su evolución hasta llegar a nuestros días.
Video sobre el castillo
Vamos a compartir este video que cuenta de una forma muy interesante y amena la historia y la evolución de este castillo de La Adrada. Es muy ilustrativo y ayuda a comprender cómo ha llegado a nuestros días.
Este vídeo lo puedes también visionar en el propio Castillo de La Adrada.
Tras la visita al Castillo, aconsejamos bajar el coche; pero podéis dejarlo ahí y bajar por la calle de las Escalerillas, que se llama así, (bastante original), y que llega a la Plaza de la Villa de La Adrada; centro neurálgico de La Adrada.
Arquitectura civil y popular
Como en muchos pueblos, lo mejor es perderse un poco por las calles de La Adrada y callejeando, disfrutar de un pueblo tranquilo, descubriendo rincones llenos de encanto,.. y si tienes la oportunidad, conociendo a sus gentes.
Calle de las Escalerillas
Esta calle es el camino de subida, o bajada del castillo de La Adrada. Está compuesta de veintiocho escalones que unen el Barrio del Torrejón con la Plaza de la Villa.
En las inmediaciones de esta calle, encontrarás diversas construcciones tradicionales de piedra descubierta, enfoscado, teja y ventanas de madera. La principal muestra es la Casa del Tío Talís del siglo XVIII. Por lo que nos dijeron, la parte de alta es conocida como “El Torrejón”, siendo un barrio tradicional de La Adrada.
La Plaza de la Villa
La calle de las Escalerillas, termina (cuando bajas), en la Plaza de la Villa. En cierto modo es el corazón de La Adrada, siendo semipeatonal y con terrazas de los bares locales. Es la típica plaza castellana, aunque adaptada al terreno de la Adrada. Por lo que nos contaron, esta plaza fue el lugar público más importante, y a ella llegan las principales calles. La Calle Larga y la Calle de Feria.
El edificio más destacado es el Ayuntamiento, bastante sencillo para ser del siglo XVIII, donde la torre de reloj destaca sobre todas las demás construcciones. En frente, otra de las construcciones destacables, la Casa de los Jerónimos.
Una casa que perteneció a los frailes Jerónimos del Escorial, que en La Adrada tenían una fábrica de papel, aunque con el paso de los años, este edificio ha tenido usos muy diversos. Lo que destacan los locales es el árbol centenario. Una «melia azedarach», que formaba parte del jardín de las antiguas escuelas.
La Calle Larga
Fue la calle principal de acceso al casco urbano tradicional de La Adrada, Hace honor a su nombre teniendo 800 metros de longitud. En su parte inicial (junto a la Plaza de la Villa), están las construcciones señoriales de mayor importancia, usando la piedra natural a la vista y donde podremos contemplar los principales escudos nobiliarios.
La Calle de Feria
Más discreta y corta que la anterior, posee una arquitectura popular mejor conservada. Es una zona peatonal. Entre las casas más destacables, está la conocida como «la casa del Tío Talís«; un edificio de planta irregular, con unas fachadas de piedra, teja y cerámica.
Esta casa posee dos alturas más sobrado bajo el tejado. En La Adrada te dirán que una de las fotos más típicas es con esta casa y la Sierra de Gredos al fondo.
Sala de cine La Melodía
No es igual algo muy impresionante, salvo que seas un auténtico cinéfilo, pero en La Adrada se encuentra este curioso cine. Se trata del Cine de verano (al aire libre) más antiguo de España en funcionamiento.
Iglesias
Aunque ya os hemos comentado que La Adrada contó con su parroquia en lo alto del Cerro del Torrejón antes de ser la base del castillo. Al realizarse esta transformación, hubo que edificar una iglesia para la población, esta vez en la zona baja.
La Iglesia de El Salvador
Se trata de la Iglesia principal de La Adrada actualmente. Es una construcción del siglo XVI; donde, aunque aún quedan trazas de un gótico isabelino residual, es claramente un estilo que cabalga al clasicismo herreriano. De hecho, la dirección de la obra fue hecha por Pedro de Tolosa, aparejador del Escorial.
Su interior es distinto, pues finalizada la obra del edificio, ya impera un estilo barroco con tendencia al churrigueresco, donde ya encontramos seis columnas salomónicas, y las figuras de El Salvador, la de San Blas; y una talla renacentista de la Virgen del Rosario del siglo XVI; que, aunque igual es moderna, transmite mucha belleza. Es una iglesia bastante sobria para su estilo.
Esta iglesia ha quedado al otro lado de la carretera que atraviesa La Adrada. En su atrio y rodeándola, hay una zona infantil con unos columpios, por lo que puede ser un buen sitio para descansar si viajáis con niños pequeños.
Ermita de la Virgen de la Yedra
Tomando como referencia la carretera que atraviesa el municipio, os encontraréis un parque infantil muy completo, cubierto por goma y columpios muy buenos, nuevamente un lugar de parada casi obligatorio para un turismo familiar. Es el parque Félix Rodríguez de la Fuente. Pero atravesando la carretera, se llega a una zona verde; es el Parque de la Yedra. . Al fondo se encuentra esta ermita que, aunque inicialmente estaba fuera de la localidad, hoy ya está integrada.
Esta ermita acoge la imagen de la Virgen de la Yedra, patrona de La Adrada. Es una construcción del siglo XVI. Según la leyenda, la imagen original se localizó sobre un muro cubierto de hiedra por el siglo XII o XIII; si bien la imagen original se encontraba en la abadía de Burgohondo, esta imagen regresaba siempre a ese muro cubierto, así que finalmente se construyó esta ermita en este lugar.
Es un templo muy restaurado actualmente, y presenta una planta de ladrillo y piedra muy bonita. En su interior, el templo solo posee una nave. En su ábside polilobulado se encuentra la imagen.
Saliendo de La Adrada
Si bien la población de La Adrada es interesante en sí misma, su entorno lo es si acaso más. Y aunque como patrimonio natural hay mucho, en especial destacan estos puntos que os vamos a contar: el Jardín Botánico, la Quesería del Tiétar y las rutas de senderismo.
Jardín Botánico Valle del Tiétar
Perteneciente a un particular, está abierto a todo aquel que quiera disfrutar de la naturaleza, en una finca de algo más de 10 Ha. con especies venidas de todas las partes del mundo. Incontables especies se dan cita en esta hermosa extensión.
Incluso para los menos conocedores de la botánica, su propietario, un verdadero apasionado, os puede mostrar todas las especies presentes. Y es que la singular climatología ha hecho de este rincón de Castilla y León, uno de los mejores lugares para este tipo de jardines botánicos.
O como defiende Axel Mahlau, cualquier planta puede sobrevivir si le buscas el espacio adecuado
Y es que como nos comentó, hay veces que se tarda mucho más en pensar dónde debe ir una planta, que el proceso de trasplantarlas. Y es que tienen algunos especímenes muy raros y curiosos; o valiosos si lo que te gusta es la botánica, pues mantiene relación con los principales jardines botánicos del mundo. Así, al menos hay unas 350 variedades distintas de árboles, casi 500 de arbustos y 500.0000 flores.
Acceso y visitas
Aunque avisado, igual es complejo no saltarse la salida de la carretera CL-501, en una salida a un camino, en el km 21,600. Se encuentra nada más pasar la Quesería del Tiétar.
Aunque puede ser visitado sin problemas, es aconsejable realizar una reserva previa, llamando al telf.: +34 918 671 333 / +34 659 734 775.
Quesería del Tiétar
La verdad es que nos encantaría poder hablaros más en profundidad de esta quesería, famosa en el mundo entero, siendo sus quesos puestos a la venta en lugares tan «exóticos» como Nueva York o Londres, entre los productos gourmet más caros… pero como también hay venta insitú, la cola que vimos era enorme y todo el personal estaba súper ocupado atendiendo a los clientes. que no pudimos ver nada más que el parking y la tienda.
Simplemente, os diremos que es uno de los quesos de cabra más prestigiosos del mundo, con una producción lo suficientemente grande como para cubrir la demanda internacional. Y está en Gredos.
Espacios naturales
El valle del Tiétar es un paraíso natural, y esto se nota en todo su esplendor verde, con limoneros, naranjos,.. y un sin fin de especies que casi te hacen olvidar que estas en el centro de la península ibérica, junto al Sistema Central.
Aunque hay algo que llama la atención son los puentes sobre los río y arroyos de la zona, pues esta parte está llena de estas construcciones arquitectónicas y caminos.
Nosotros no los pudimos ver todos, aunque existe una ruta conocida como «la Ruta de los Puentes»,.. la describen bastante bien en la web Rutinas Varias, así que casi mejor os remitimos a ellos, mientras que nosotros tan solo os vamos a señalar los puentes que conocimos, con fotos del propio Ayuntamiento de La Adrada.
Puentes que atraviesan el río Tiétar
Son muchos los puentes que atraviesan los ríos y arroyos en La Adrada, algunos dignos de mención por su antigüedad o por su belleza. Entre estos, destacan cuatro especialmente: el Mocha, el Mosquea, el Nuevo y el Chico.
- El Puente Mocha Mocha es de origen romano y el más antiguo de los conservados en La Adrada. Formaba parte de la vía romana que comunicaba Talavera de la Reina con otros pueblos de Toledo. Se cree que fue reacondicionado durante los reinados del Carlos V y Felipe II para facilitar la comunicación entre Yuste y El Escorial.
El Puente Mosquea sobre el río Tiétar es el mayor, ya que era de gran importancia para la trashumancia entre las zonas de la submeseta norte con la submeseta sur.
El Puente Nuevo fue construido en 1.791 por el alcalde de Piedralaves para mejorar el antiguo puente de madera que unía las poblaciones. Se sitúa sobre la garganta de Valdetejo en el camino viejo de Piedralaves.
El Puente Chico, salta el arroyo de la Cercá. Se desconoce la datación original, aunque su origen es medieval. Se localiza en el Camino de Fresnedilla, a continuación del Puente Mosquea.
Estos puentes pueden ser conocidos en varias rutas de senderismo; Como nosotros no llegamos a realizarlas, os recomendamos visitar la ruta de wikiloc.
Otra opción interesante es, la visita a alguna de las piscinas naturales de la zona, aunque reconocemos que a eso no nos dio tiempo en nuestro viaje y tan solo podemos indicar nada más que su existencia.
Información general de La Adrada
¿Cómo llegar?
La población de La Adrada se localiza en la carretera CL501, que es la continuación de la Carretera de los Pantanos M501 de Madrid, en su parte de Castilla y León. Desde Madrid, la mitad del camino es una autovía, aunque pasado Las Navas del Rey se vuelve una carretera lenta.
¿Dónde comer?
En nuestra escapada por La Adrada comimos en el bar restaurante La Avenida. Un menú a la carta, con chuletón, si bien, no creemos que fuera de ternera abulense, algo que no nos gusta; Porque si vendes Chuletón de Ávila, no es solo que se cocine en Ávila. Pero, aun así, muy bueno, tanto de tamaño, como de calidad y de ejecución. Y ya ni hablar de los vinos de Ávila, la DOP. Vinos de Cebreros.
También nos recomendó gente local varios lugares interesantes para comer, y que os trasladamos. Nos hablaron bien de La Terraza del Tiétar, del Canadá bar y el Bar Cabezuelo; y especialmente indicado para familias, el Restaurante Summer’s Burger. No os podemos dar una valoración de estos, pues no entramos a conocerlos.
Gastronomía del Tiétar
Y es que, aunque estamos en Castilla y León, el Valle del Tiétar goza de una climatología diferente a lo que esperas, por lo que la gastronomía es igualmente única. Así, si queréis probar algo distinto, podréis probar allí el salmorejo adradense, que es sabroso y potente guiso tradicional hecho a partir de la matanza con derivados del cerdo. Pero no te olvides de las patatas revolconas.
También los quesos de La Adrada, ya os hemos mencionado a la Quesería del Tiétar. Destaca el queso Monte Enebro. Y ya puestos, las morcillas o los Bollos de San Blas.
¿Dónde alojarse?
Nuestro viaje por La Adrada fue una escapada de un día. Realmente para visitar este pueblo, es suficiente; pero es igualmente verdad que, en cuanto quieres conocer más de este Valle del Tiétar, se precisan varias jornadas, pues el entorno lo vale.
Viendo la oferta disponible, a nosotros, para un turismo familiar nos encaja muy bien el Posada Villa Maria; aunque también parece interesante el Casa del Castillo by Naturadrada; que es todo una vivienda. Si no os importa salir de La Adrada, hay otras opciones de interés en, por ejemplo, Casavieja, en La Casa de la Abuela Desi.
Breve reseña histórica
Si bien el origen de La Adrada es un tanto incierto, pues no existen documentos ni yacimientos que avalen un asentamiento primigenio, se cree posible que el solar que ocupa el Castillo de La Adrada pudiera ser un castro inicial celtíbero. Se sabe del interés de los romanos en la zona del Valle del Tiétar por la presencia de puentes romanos.
Es, durante el periodo andalusí, cuando se considera probable que se dieran asentamientos por todo el Valle del Tiétar compuestas por mozárabes y mudéjares. Al menos, está documentada esta población estable en 1250; ya en manos cristianas, permitiéndose un heredamiento en la aldea 1274. El siglo XIII es el periodo de expansión del Tiétar.
En 1393, Ruy López Dávalos logra la secesión de la villa de Ávila, convirtiéndola en el núcleo de su Señorío. Es importante este señorío, pues será el momento en el que la iglesia en lo alto del cerro inicia su transformación en castillo; como una demostración de fuerza, englobando a las poblaciones próximas. Años más tarde Juan II enajenó este señorío para finalmente entregárselo a su favorito, Álvaro de Luna.
Álvaro de Luna, además de repoblar el territorio con gentes de Galicia y Navarra; nuevamente hará cambios en el castillo. Aunque, nuevamente habrá un cambio de manos, pasando el señorío a Beltrán de la Cueva, en cuya descendencia se crearía el Marquesado de La Adrada y será el que dará la configuración que hoy vemos a esta fortaleza.