Solamente alguien que se ha detenido alguna vez en esta población burgalesa, a caballo entre las comarcas de Merindades y la Bureba puede entender la fascinación que puede ejercer este pueblo de Oña, antaño una población muy influyente. Y aunque como ya os mostramos hace tiempo, Oña destaca esencialmente por la presencia de esta magnífica construcción regia, el Monasterio de San Salvador de Oña, un monasterio que nos habla de la importancia de esta población, en el contexto de la fundación de Castilla.
Y es que este cenobio, estuvo fuertemente vinculado a los condes de Castilla y primeros reyes castellanos; siendo sus fundadores el Conde de Castilla Sancho García y su esposa, Urraca Gómez, allá por el 1011. Además, al frente de la primera comunidad pondrán a Oneca, hermana de Sancha, y a Tigridia, hija de los condes.
Resumen de contenidos
Para ayudarte en el uso de esta guía en una visita al Monasterio de San Salvador de Oña, hemos preparado este índice de contenidos:
Visita al Monasterio de San Salvador de Oña:
- Introducción al monasterio.
- Exteriores del monasterio.
- Visita a la Iglesia Abacial.
- Panteón condal y real de Castilla.
- Sacristía y museo del traje.
- Claustro del monasterio.
- Otras dependencias de la abadía.
Cronicón de Oña:
Otros lugares asociados al monasterio:
- El Jardín Secreto.
- Casa del Parque Natural Montes Obarenes y San Zadornil.
- Senderismo por los jardines y huertas del monasterio.
Otros atractivos de Oña:
Información de interés sobre Oña:
Esperamos que esta información te sea de utilidad.
Visita al Monasterio de San Salvador de Oña
Aunque Oña es una población muy interesante, el Monasterio de San Salvador de Oña es sin duda su principal atractivo, ya que se trata de una construcción en muy buen estado y de unas dimensiones considerables.
A lo largo de su dilatada historia, el tiempo ha ido dejando su huella en forma de diversos estilos arquitectónicos, desde su inicial románico, al mudéjar, el gótico el barroco, o el más influyente, el herreriano.
Los exteriores del monasterio
Este complejo es de unas grandes dimensiones, destacando la fachada principal de estilo renacentista, aunque levantada en el siglo XVII y adornada con esculturas que representan a los Condes y Reyes fundadores. Igualmente, están representadas los escudos heráldicos de los cuatro reinos de España.
Igualmente en el exterior, hay una escultura dedicada a Fray Pedro Ponce de León, inventor del método de lenguaje dactilográfico que actualmente utilizan a nivel mundial los sordos, el llamado lenguaje de signos. Junto a él hay un niño, los primeros aprendices de esta forma de comunicación.
En la fachada de la iglesia Abacial, es de destacar el pórtico de entrada, con una imposta ajedrezada más típica del reino de Pamplona, y que se podría decir que es un detalle previo al ajedrezado jaqués de la decoración de San Martín de Tours, en Frómista. El arco de entrada, de medio punto trenzado nos recuerda que estamos en los albores del románico. Esto también estará presente en la mayoría de los capiteles de la iglesia, y en algunas ventanas.
La iglesia abacial
Esta abadía fue una de las más poderosas de España. La iglesia posee muchos añadidos desde la construcción románica original. Posee una única nave, con capillas laterales que hacen de naves secundarias. No obstante, el conjunto posee unas grandiosas dimensiones para su época, con 83 metros de largo y 20 metros de ancho.
El techo está realizado en estilo gótico, con una bóveda de crucería decorada con frescos hispanoflamencos realizados por Fray Alonso de Zamora en el siglo XV; alzándose hasta los 18 metros de altura.
Decoración interior
Esta iglesia posee una singular colección de retablos, pinturas murales que han aparecido y elementos escultóricos. Así mismo, en el crucero hay un órgano maravilloso, que hace unos años fueron restaurados y puestos en servicio, sonando muy bien. Nosotros fuimos testigos de un ensayo. Es barroco, de 1786, con más de 1100 tubos.
Una vez en el interior del templo, y tras pasar varias rejerías de una notable calidad, están los sepulcros reales y condales de Castilla.
En las restauraciones efectuadas en los últimos años, fueron apareciendo algunos frescos de estilo gótico lineal en la pared del muro de la epístola que narran en imágenes la vida de Santa María Egipciana. Están datados en el siglo XII.
Elementos destacables
Esta iglesia atesora unos retablos de gran valor artístico, como el dedicado a Santa Catalina, del siglo XV con pinturas sobre tablas hispano flamencas de Juan Sánchez. También importante el Cristo de Santa Tigridia de finales del siglo XII y de transición al gótico y sin olvidar la sillería gótica del coro del siglos XV.
Pero al final, el elemento más singular es la capilla mayor; un tesoro de este templo que está decorado con un grandioso retablo barroco y la capilla de San Iñigo, donde reposan los restos de este santo, que fue abad de esta cenobio.
Esta gran capilla está construida en una magnífica construcción añadida, con una impresionante bóveda timbrada con el escudo de armas del rey Sancho II el Fuerte, ideada por Juan de Colonia y llevada a cabo por Francisco Díez de Presencio en 1450, sustituyendo al ábside original románico.
El Panteón condal y real
Este es el otro gran atractivo de esta iglesia. Dos baldaquinos de madera con nueve ataúdes. Es una obra única en Europa de estilo gótico mudéjar, tallado por los monjes de esta abadía.
En él, reposan dos Condes de Castilla, don Sancho García y su hijo García Sánchez; Dos reyes, don Sancho II «el Fuerte» de Castilla y don Sancho III «el Mayor» de Pamplona; una reina, Doña Muniadona, esposa del rey Sancho y hermana del último conde de Castilla, García Sánchez. Una condensa, doña Urraca, esposa de Sancho García, junto con él, fundadores del monasterio. Y dos infantes de Castilla, Alfonso y Enrique, hijos de Sancho IV el Bravo; y un infante de León, don García, hijo de Alfonso VII el Emperador
La Sacristía de la Iglesia
Esta estancia es igualmente visitable y destacable; se trata de una dependencia en estilo herreriano del siglo XVI y que en la actualidad hace las veces de museo de arte sacro.
Se conserva un retablo rococó, en el que sobresalen algunas pinturas relacionadas con la hagiografía y la vida de la Virgen. En este museo, también se pueden observar las colecciones textiles recuperadas de las mortajas de los nobles señores que reposan en el monasterio, confeccionadas con hilos de sede, lino e hilo de oro de época califal, algunas de una calidad y conservación notables. Además de telas, están partes del ajuar funerario que no fue saqueado por los franceses durante el siglo XIX.
La colección museística se completa con el Cristo que portaba en vida Santa Tigrida del siglo XI, un magnífico busto sepulcral de don Pedro López de Mendoza esculpido en alabastro en el siglo XVI y tres vitrinas con arquetas musulmanas y diferentes piezas de orfebrería de épocas posteriores, siglos XVIII y XIX.
El Claustro
El siguiente elemento de la visita es el claustro. El actual es gótico, que sustituyó a uno anterior románico del que poco se conoce. Esta remodelación vino por la iniciativa del abad Fray Andrés Gutiérrez en el s. XV y encargada a Simón de Colonia. Este propuso un claustro en un estilo más a la moda del momento, como es gótico isabelino con bóvedas de crucería.
De esta forma, este claustro paso a tener una decoración mucho más exuberante. En él se dispusieron varios sepulcros, entre los que destacan siete de ellos; especialmente el de don Pedro González Manso construido en el año 1534, por Felipe Vigarny, y donde se conserva una interesante reja románica, así como una imagen de Santa María de Oña a la dedicó unas cántigas Alfonso X el Sabio en recuerdo de una visita que realizó al monasterio en su niñez.
La Sala capitular
Esta sala es un elemento fundamental en un monasterio, aunque en este caso concreto es una zona «el paso» entre la iglesia al claustro. Hemos intercalado el orden para respetar la importancia del claustro dentro de un monasterio.
Esta sala conserva sus elementos románicos originales, si bien están tapados en muchos lugares por las reformas posteriores, y que solo han salido a la luz tras los trabajos de restauración y conservación.
Su gran importancia e interés radica en que en que sus arcos de medio punto decorados con puntas de diamante conservan en su decoración esculpida y en gran medida la policromía original.
Esta sala hace las veces de museo del románico, con las piezas románicas conservadas del monasterio, ya que aquí se han traído otras arquerías románicas del refectorio, que posee una valiosa decoración con imágenes que representan escenas de la Última Cena. Otra pieza interesante es una estela romana del siglo I encontrada en el propio monasterio.
Otras dependencias monacales
Aunque exteriormente es muy impresionante, no hay nada más que ver en este inmenso edificio, ya que tras el desastroso siglo XIX, no volvió a ser habitado por ninguna comunidad monacal. Primero fue saqueado por los franceses y luego fue víctima de las desamortizaciones liberales del siglo XIX, en la que Mendizábal fue la más conocida y sonada, pero no la única.
Tras su desamortización fue expoliado de todos sus objetos de valor, para más tarde ser un hospital. En 1880 es adquirido por los Jesuitas, para albergar un colegio y seminario, hasta que es finalmente vendido a la Diputación de Burgos.
El Cronicón de Oña
Pero este hermoso Monasterio de San Salvador de Oña no se ha quedado sin actividad. Desde hace ya bastantes años, en agosto, se transforma en un espacio escénico único donde se representa este Cronicón de Oña.
Organizado por los vecinos de Oña, forma partes de la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas, ya que representan unos hechos históricos relacionados con los fundadores del Monasterio, a inicios del siglo XI, con unas puestas en escena rigurosamente documentadas. Este espectáculo narran sucesos que llevaron a la fundación de Castilla como reino independiente a través de importantes personajes históricos; algunos de los cuales reposan en el propio panteón.
Para estas representaciones, el trabajo de confección de trajes, armas y papeles se llevan a cabo por parte de los vecinos de Oña, siendo tan solo la parte más técnica contratada externamente.
Otros lugares vinculados al Monasterio de Oña
Aunque el pasado de Oña es importantísimo, pues esta abadía contó con numerosas rentas y exenciones de impuesto, con su caída en desgracia, irá deteriorándose poco a poco, aunque en la actualidad posee en el turismo, que explota su patrimonio histórico y cultural, una importante fuente de ingresos.
Además del Cronicón de Oña, una representación esencial en el calendario de los amantes del recreaccionismo, vinculado al monasterio, se conservan las antiguas huertas, hoy convertidas en jardines y en una piscifactoría.
El Jardín Secreto
Bajo este nombre se esconde una muestra de arte contemporáneo con diferentes escenografías, literatura, fotografía, escultura, pintura mural,.. No está abierta todo el año, pues no deja de ser un museo al aire libre.
Gracias a esta iniciativa se han podido conservar parcialmente las huertas y jardines benedictinos por los que los frailes trabajaban o descansaban, como método de alcanzar la paz mediante la meditación.
La entrada a este jardín secreto se realiza por una puerta fácilmente identificable, ya que tiene adosada una gran llave.
Casa del Parque del Espacio Natural Montes Obarenes y San Zadornil
Estamos en un Parque natural de la Junta de Castilla y León, por lo que se ha rehabilitado la antigua construcción dedicada a vaquería del monasterio.
En su interior ya no se guarda ganado vacuno; si no una exposición dedicada al entorno natural en el que estamos. Además, en sus salas también es normal disfrutar de diferentes muestras de arte o fotografía que resultan complementarias a la visita al propio monasterio.
Senderismo por el entorno de Oña
Al estar tan cerca de un entorno natural como es el Parque Natural Montes Obarenes y San Zadornil, esta zona se presta a la realización de rutas de senderismo. Una de ellas, muy sencilla y circular es esta de unos 2,5 kilómetros que partiendo de los jardines del monasterio discurre por el huerto de los monjes por el Jardín Secreto.
Otros atractivos de Oña
No vamos a ser tan exhaustivos sobre Oña, te recomendamos visitar la publicación que realizamos sobre esta población, o sobre la Mancomunidad Raíces de Castilla, donde se encuadra junto a Frías y a Poza de Sal.
No obstante, ya estáis en Oña, os recomendamos disfrutar de todo su patrimonio. No es un pueblo muy grande, por lo que se puede recorrer a pie sin mayor problema. Muchas calles, especialmente las del casco histórico son peatonales, por lo que son perfectas para dar un paseo.
Iglesia parroquial de San Juan bautista
Se trata de la otra iglesia de Oña. Esta iglesia parroquial de San Juan se encuentra en una amplia plaza peatonal donde desembocan o nacen calles peatonales. Posee una portada gótica enmarcada en un atrio de entrada. Fue levantada entre los siglos XII al XVI y, junto a ella, se encuentra la torre de San Juan y el edificio neoclásico del ayuntamiento.
En su interior se encuentra una representación de un calvario medieval proveniente de la cercana localidad de Tamayo. Dentro, se respira muchísima paz. La torre campanario es de origen románico.
En un costado de la iglesia de San Juan se conserva el resto más importante de la muralla de Oña; el arco de la Estrella.
Museo de la Resina
Pero la torre no es solo un elemento más de la iglesia, la Torre de San Juan alberga un curioso museo dedicado a esta materia prima que en los últimos años ha vuelto a recuperar su importancia. A lo largo de tres salas, paneles informativos y elementos originales nos permiten conocer la importancia de la resina y del oficio de resineros.
En la última planta, además, se puede disfrutar de una de las vistas más agradables de Oña, ya que actúa como un mirador con vista panorámica.
Información de interés:
Torre de San Juan; Plaza del Ayuntamiento, 9. 09530 – Oña (Burgos)
Abierto de martes a domingo, de 10:00 a 13:45 horas y de 16:00 a 18:45 horas.
Entrada gratuita.
Telf.: +34 947 300 078
Conjunto histórico artístico
Como os hemos comentado, Oña posee un precioso casco histórico, aunque pequeño. Sus calles principales, la calle del agua y del pan son peatonales, con varios bares y tascas donde comer o tomar una bebida.
Entre sus edificaciones, el hospital de beneficencia de Santa Catalina del s. XV, el lavadero y el abrevadero. También las casas blasonadas de los magnates locales Alonso de Prado y Díaz del Castillo y el palacio del obispo González Manso.
Por la calle Barruso, se baja hacia una puerta de la muralla que lleva a la antigua aljama o judería medieval, pues Oña se transformó en un refugio de judíos durante la baja edad media.
Otra información de interés sobre Oña
¿Cómo llegar?
Se llega a Oña por la Carretera nacional N232, que parte de la AP1, en la localidad de Pancorbo. Actualmente esta autopista ha sido liberada de peajes.
¿Dónde comer?
Oña es una pequeña localidad, por lo que no posee una grandísima oferta, aunque hay varias tascas y restaurantes interesantes. Nuestra experiencia en los bares de la calle Barruso es que son bastante buenos, como lugares donde tapear algo o tomar raciones acompañadas de una bebida.
No obstante, nuestra mejor experiencia como restaurante la tuvimos en el Restaurante Blanco y Negro, del que los compañeros de A la Mesa del Conde, dan una mejor descripción, donde además de la cocina de corte más tradicional, es posible encontrar una cocina más de autor, con toques senegaleses.
No obstante, aunque las cocinas de esta zona en general, lo que predomina es el producto fresco y de calidad.
¿Dónde dormir?
Nuestra experiencia en Oña es que al ser tan pequeña, la oferta de alojamientos es poca, con algunas pensiones rurales y casas rurales, si bien no propiamente dichas en el casco histórico.
Nosotros nos alojamos en dos lugares; en una ocasión en una pensión, correcta y práctica, pero con pocas comodidades; y en otra ocasión en la Casa rural Camino Condal, mucho más cómoda y elegante, pero más cara. Por la diferencia de precio es una muy buena opción.
Existen en Oña más casas rurales, pero si viajáis en primavera y verano, es difícil encontrar alojamientos si no tenéis reservas hechas con antelación, pues es un destino muy interesante para visitar las Merindades.
Breve contexto histórico
Oña está situado en un lugar estratégico, ya que domina un lugar de paso entre montañas, así que se han encontrado asentamientos de época paleolítica y un castro autrigón, un pueblo prerrománico que más tarde quedó completamente romanizado. Pero su verdadera importancia se inicia en el siglo VIII cuando se empieza a fortificar esta parte de la cornisa cantábrica para taponar las entradas del incipiente reino de Asturias.
Dos siglos más tarde, el Conde de Castilla Fernán González, le concede sus primeros privilegios, actuando de manera independiente del reino de León. Su nieto, el Conde San García, «el de los buenos fueros» confirma estos privilegios y los eleva al concederle el rango de villa condal y fundar el Monasterio de San Salvador de Oña, al amparo de los benedictinos. Ya los primeros reyes de Castilla van a seguir patrocinando esta villa, aunque destacará Alfonso VIII, que permite el asentamiento de una importante comunidad judía al calor de la actividad económica de la villa.
En el siglo XV, con la comunidad benedictina del Monasterio de San Salvador de Oña se integra con la comunidad benedictina de Valladolid, lo que trae una nueva prosperidad a esta villa, llegando a su máximo esplendor en el siglo XVI, para ir poco a poco perdiendo importancia. El siglo XIX fue desastroso y solamente tras la exposición del turismo, ha vuelto a ir ganando importancia como lugar de interés, especialmente desde la declaración de Conjunto de interés cultural.
Y vosotros, ¿Habéis estado alguna vez visitando el Monasterio de San Salvador de Oña? ¿Y la Mancomunidad Raíces de Castilla? Contadnos vuestras experiencias en un comentario, seguro que son muy interesantes.
