Queremos compartir una receta que procede de nuestra familia; es la clásica forma de preparar un conejo de campo guisado, pero con un toque muy especial que le aporta la miel. Esta receta queda súper jugosa y es muy sencilla de preparar. Un conejo de campo a la miel es además de sabroso, una receta muy ligera; por lo que puede estar recomendado como un plato de dieta.
El origen de la miel
Queremos hacer hincapié en este punto, porque llevamos mucho tiempo observando que muchas personas compran mieles en los supermercados; y si bien este producto es muy saludable, es importante conocer qué tipo de miel estamos comprando.
Lamentablemente se están comercializando mieles, cuyo parecido con la verdadera miel es tan solo el nombre. Este producto lo ofrece la naturaleza, siendo producido por las abejas. Resulta un endulzante maravilloso y lleno de cualidades organolépticas. No obstante, ¿Son todas las mieles iguales?
No, para nada. En el etiquetado es imprescindible conocer su origen; y como siempre, la industria alimenticia usa el eufemismo de indicar que: -«son mieles mezcla de mieles de la UE y de fuera de la EU«-. Esto podría ser (y de hecho parece que lo es) un 98% procedentes de fuera y un 2% europeas, donde hay mayor control.
¿Por qué mieles artesanales?
Las mieles de origen asiático, suelen ser, esencialmente, un sirope de azúcar teñido y algo de miel, por lo que realmente, estamos comprando algo nada saludable, ya que es esencialmente un azúcar líquido con colorantes.
Realmente, la miel artesanal es la única que garantiza que el producto que estamos consumiendo es de verdad miel de alta calidad. Esto es, que posee todos los componentes organolépticos que se le puede exigir a un producto así. Además, al tratarse de pequeños productores o cooperativas rurales, estamos además beneficiando la actividad económica rural.
Ingredientes de nuestro Conejo de Campo a la miel
- 2 conejos de campo, limpios y cortados en trozos.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 1 cebolla grande o 2 cebollas pequeñas.
- Varios pimientos rojos y verdes, al gusto.
- 3 tomates maduros.
- 1 vaso de vino blanco seco para guisar.
- Especias al gusto; orégano, pimienta negra, tomillo y laurel.
- 1 cucharada de harina, como espesante.
- Sal marina.
Cómo preparar un conejo de campo a la miel
1.- Vamos a empezar marcando la carne del conejo. Nosotros hemos tenido la suerte de contar con carne de caza, que posiblemente posea más sabor. Lo bueno de ir a la carnicería es que podéis pedir que os lo troceen. Así pues, tras lavarlo en abundante agua, le damos una fritura de estos trozos de carne en una olla con aceite de oliva virgen extra. No hay que quemarlo, tan solo dejarlo marcado.
2.- Una vez marcado, vamos a retíralo a un plato donde lo reservaremos para más adelante. Pero en la misma olla vamos a preparar el sofrito de la salsa. Al aprovechar el aceite de oliva de freír el conejo, además posee parte de sus jugos, lo que ayudará a que la salsa tenga más sabor.
3.- La base de la salsa será cebolla y ajo picado. Lo podríamos haber preparado mientras se marcaba el conejo para no perder tiempo. Igualmente iremos picando unos pimientos rojos y verdes. La cantidad es según el tamaño.
4.- Cuando la cebolla y el ajo empiecen a quedar trasparentes, añadimos los pimientos picados que habíamos preparado. Igualmente podemos añadir algunas especies que nos apetezcan, como unas hojas de laurel, que es el toque tradicional.
5.- Aprovechamos para picar unos tomates naturales maduros. Nosotros usamos una picadora, pero no es imprescindible, ya que con el calor se van deshaciendo.
6.- Dejamos que se haga a fuego medio esta base de verduras. Tras esto, podemos ya añadir los trozos de carne de conejo de campo que habíamos reservado.
7.- Vamos a terminar la salsa con un vaso de vino blanco seco para cocinar, especias al gusto, como orégano y pimienta negra, una cuchara de harina, a modo de espesante. Y el toque especial será miel al gusto. Aunque una cucharada será suficiente como para dar ese toque especial a este guiso.
9.- Ya solo nos queda remover para homogenizar los ingredientes y cerrar la olla. Los primeros minutos lo pondremos a fuego fuerte, para que coja temperatura, pero luego el guiso se hace a fuego bajo, 3 sobre 10, durante 45 minutos. De esta forma vamos a conseguir que se guise la carne y quede tierna de verdad.
Pues tras dejar guisar el conejo de campo a la miel esos 45 minutos ya estaría terminado. Podéis hacer, como en las carrilleras al vino tinto, triturar la salsa, o bien como hemos hecho en este caso, dejarlas sin triturar, pues las verduras ya estaban suficientemente pequeñas. El toque último es una ramita de tomillo fresco recién cortado.
Propuesta de armonía
El conejo aunque es una carne de caza, es una carne blanca. Eso hace que las armonías con vinos muy potentes, como los clásicos Ribera del Duero, Rioja o Toro terminen por «tapar» el gusto del conejo de campo. Por esa razón, aconsejamos un vino menos fuerte, o al menos con una crianza no muy prolongada.
En nuestro caso, optamos por una combinación segura para un guiso. Un vino tinto roble de la variedad Mencía. El Prada a Tope tinto roble del 2018, un vino con unos toques varietales ligeramente herbáceos y especiados, lo que hace que se refuercen los sabores de este guiso de conejo de campo a la miel. Para nosotros, todo un acierto.
Y ya veis, qué sencillo es preparar un guiso de conejo, una carne muy saludable, por la baja cantidad de grasas por lo que es ideal para mantener la línea, pero sin renunciar al sabor.
¿Y vosotros? ¿También sabéis cómo elaborar un guiso de conejo de campo a la miel? ¿Cómo es vuestra receta? Y si nunca lo habías intentado, haced la prueba y dejadnos vuestra experiencia en un comentario.