¿Desde cuando se cultiva la vid en Castilla y León? Viajaremos en la historia hasta encontrarnos con el orígen de los vinos actuales en nuestra región. ¿Te apuntas?
¿Por qué hablar del origen del vino?
Fue en una cata de vinos cuando, entre copa y copa y una buena conversación conocimos a Mateo, propietario de la bodega Brandea. Un hombre apasionado del vino que nos relató el origen (poco conocido) de la elaboración del vino en Castilla y León. Nunca hasta entonces nos habíamos preguntado por la historia de este alimento que tanto nos apasiona. Así que, Mateo nos dio la pista y nosotros la seguimos.
Historia del vino desde sus orígenes
Desde mesopotamia, la vid llega al Mediterraneo
El origen del vino, como fermentación del zumo de uva se cree que procede de la antigua Mesopotamia o Egipto; desde aquí, conquistará oriente próximo, la Grecia clásica y finalmente Roma, que expandirá su cultivo y consumo por todo el imperio. Tras la caída del imperio romano de occidente, los pueblos bárbaros que ocupan los territorios van a heredar la costumbre de cultivar la vid.
Las primeras regulaciones visigodas sobre el vino
En la península, durante la época visigoda, en el siglo VII, se llega a regular sobre cómo se debe cultivar, trabajar y consumir la uva y el vino. Esta ley era conocida como la Régula Isidori.
La invasión del reino visigodo por los musulmanes resultó un desastre para el mundo del vino, pues éstos prohíben el consumo de alcohol entre su población.
Los vinos españoles durante la ocupación musulmana
Pese a que los alfaquíes más ortodoxos trataron de extirpar el hábito de tomar vino entre la población convertida al Islam, en el islamismo hispánico distó mucho de ser tan radical como el africano, ya que como dice el slogan: «Spain is different» y algunos califas hispanos fueron expertos bebedores, permitiéndo beber vino en su corte siempre que no se llegase a la embriaguez extrema.
Afortunadamente en época musulmana no se llegan a arrancar todas las vides, una pequeña parte se mantiene para el uso del vino entre los mozárabes, y que éstos pudieran continuar practicando el rito cristiano, la exportación a los reinos del norte (con su pago de impuestos) y la producción de pasas para la repostería.
Nuevas variedades nos llegan desde Europa
En el norte, los reinos cristianos prácticamente van a perder las variedades autóctonas destruidas por la invasión. Con la creación del Camino de Santiago en el siglo VIII llegaron cepas de todo el mundo conocido a través de los peregrinos y sus monjes que venían a repoblar y cristianizar la península ibérica.
Mayoritariamente fueron monjes benedictinos que desde Francia nos trajeron sus vides. En un principio estos monjes vendrían como cortejo de la esposa de origen francés del rey de Asturias Alfonso II, el rey que descubrió la sepultura del Apóstol Santiago.
Las variedades de uva en Castilla y León
Entre las viñas que trajeron estos monjes se encuentra la variedad de Borgoña, que arraigó en el siglo IX en la comarca de Sahagún y que mutó en nuestra variedad autóctona de Prieto Picudo que podemos encontrar únicamente de la zona de Valdevimbre, Los Oteros y la ribera del río Cea, en León.
Esta uva pequeña y muy compacta como piñones es de color azul intenso. Solo se encuentra en esta comarca y pertenece a la D.O. Tierras de León. La producción es relativamente pequeña. Pero estos vinos tienen un punto muy especial, ya que según nos han comentado, por esta forma, sufren una micro maceración carbónica, lo que hace que sea un vino de un sabor muy personal.
Otros monjes, los cistercienses, traerían las tempranillos que podemos disfrutar en la Ribera del Duero, Toro y Rioja, la Sauvignon Blanc en Rueda, y así sucesivamente.
Conclusión
Esperamos que os haya gustado nuestra historia sobre el origen de los vinos españoles. Si crees que existe alguna inexactitud, por favor indícanoslo con tu comentario. Seguro que podemos mejorar este artículo.
Otros artículos relacionados
• Cómo se elabora un vino blanco.
• Cómo se elabora un vino tinto.
• Ficha de Cata, aprende a catar como un profesional.
• Descubre Peñafiel, la cuna de la Ribera del Duero.
• Nuestra gastroexperiencia en el Restaurante ‘Los Chicos’ de Villaverde de Íscar.
• Este fin de semana, vámonos de tapas en Aranda de Duero.
• “Nuestro país necesita del turismo del vino”, entrevista a Manuel Colmenero Larriba.
Gracias Mateo por esa magistral clase de historia y vinos que nos diste. Fue un placer y un honor conocerte.
Te deseamos mucha suerte con Bodegas Brandea.
Un saludo!
Interesante, como siempre y no me extraña que algunos califas hispanos fueron expertos bebedores con el buen vino que hay en España.
Soy de Aldeanueva del Codonal, un pequeño pueblo al lado de Coca (la antigüa Cauca romana), en la Ribera del Voltoya, en la provincia de Segovia.
Debo añadir a sus comentarios, que en esta tierra el Emperador Teodosio el Grande que era de aquí, ya se llevaba el vino de nuestras viñas a Roma por considerarlo el mejor vino que existía entonces en el Imperio.
Y que con el vino se llevó también los esquejes para plantarlos en Roma, dando lugar así a una variedad que existe en Italia llamada «Verdiccio«, el equivalente a nuestro Verdejo español, y que los árabes no arrancaron las viñas por la excelente calidad de sus pasas, por lo que las cepas de vaso de nuestras viñas centerarias, pre-filoséricas, de pie-franco y de clon puro, son únicas en el mundo y se han mantenido desde entonces hasta nuestros días.
Ver http://www.bodegaselcodonal.com, y si quereis ver a que sabe un autentico verdejo de estas cepas os recomiendo dos vinos que se elaboran con ellas: OSSIAN y CODONAL Vinum Nobile.
Probarlos y sabreis donde está la diferencia.
Hola Pedro:
Qué interesante comentario. La Verdejo castellanoyleonesa sabemos que es una de las pocas variedades autóctonas 100% españolas, como es la Prieto Picudo y la Mencia en la provincia de León.
Lo que desconociamos era la existencia de un clon en Roma de nuestra Verdejo.
Quizás podamos ver la opción de una visita a esa bodega. Ya conocimos Coca en nuestro viaje, que puedes consultar en este enlace.
Un saludo.