Aquí todos somos viajeros, y la casa, salvo que seas de los que vive en una autocaravana o en una furgoneta camper y vive y viaja al mismo tiempo, en cuanto se nos plantea un viaje, casi que dejamos lo que tengamos entre manos, y si podemos, nos vamos corriendo. Pero, a la vuelta, hay que hacer caso a los consejos de las abuelas, y si no lo has hecho antes, lo tienes que hacer después. Y en una casa, siempre hay que tratar de vivir con orden y limpieza.
Aunque bien es cierto que no todo tiempo pasado fue mejor, de nuestros mayores, podemos aprender de los consejos de las abuelas y rescatar algunas de sus tradiciones para facilitarnos un poco las labores de hoy.
Y es que no solo las recetas de la abuela están a merced de ser usadas para mejorar nuestra gastronomía diaria, por cierto, tenemos un recetario de la gastronomía tradicional de Castilla y León, by de way. También podemos aplicar sus trucos de organización y limpieza; que pueden ser más útiles de lo pensamos.
Guía de limpieza de los consejos de las abuelas
Nuestras abuelas, algunas muy viajeras y quizás de ahí venga nuestro gen viajero, también fueron unas grandes señoras de su casa. Por eso nos comentaban:
Siempre productos prácticos y funcionales
La era de la modernidad trajo consigo mil productos para cada cosa. Sea la lista de ingredientes de una receta, una rutina de cuidado facial o la limpieza de la casa. Pareciese que así es todo más sencillo que las formas de siempre; pero, lo cierto es, que también nuestras abuelas buscaban facilitarse la vida.
La cantidad de hijos y el poco tiempo para limpiar crearon trucos que hoy agradeceríamos saber y que, sin pensarlo, aplicaban el “menos es más”.
Es por esto por lo que hemos recopilado los consejos más importantes de las abuelas a la hora de asear nuestro hogar:
Un producto que sirva para todo
Muchos productos de aseo tienen la particularidad de servir para todo. Lavar los pisos, el inodoro, la cocina e incluso la ropa puede ser una tarea sencilla si el mismo jabón es apto para múltiples usos.
Por supuesto, no hay que inventar, si no sirve para algo, no sirve.
Ayudarse del sol
En los tiempos de las abuelas, el sol era el mejor aliado en la limpieza. Dejar prendas blancas en jabón bajo el sol las blanqueaba con más facilidad, tejar las tablas de cocina con limón bajo el sol le quitaba las manchas de los alimentos e incluso muchas preparaciones resultaban mejor gracias al sol.
Ojo, que, a este descubrimiento, ahora lo llaman “Sundrying”
Usar jabón azul. Puede ser por los tensoactivos presentes en los jabones azules en barra que las abuelas lo creían un producto milagroso. Y sí; son los mejores para la ropa blanca y, si los combinamos con el poder del sol, podemos simplificar el trabajo de despercudir como si fuera magia.
La limpieza también necesita orden
Es muy difícil limpiar, si previamente no hay orden. Y esto también lo sabían nuestras abuelas, y eso que no solían contar con mucho tiempo para limpiar y ordenar; un truco mágico que usaban era organizar los días de limpieza. Podríamos decir que eran unas adelantadas a la época del orden agendado.
Sí, esta técnica no es nueva, agendar días de limpieza ha servido por años y vamos a darte una idea de cómo dividir la semana para hacer una limpieza profunda sin morir en el intento (o de cansancio).
- Lunes: lavado de ropa (negra, blanca o de color) junto con limpieza de baño.
- Martes: aseo general de la cocina.
- Miércoles: lavado de prendas pesadas como jeans o toallas (pero no junto).
- Jueves: limpieza de dormitorios y demás habitaciones.
- Viernes: lavado de prendas de cama.
- Sábado y domingo: limpieza menor en los quehaceres diarios y descanso.
Si no vives en una familia muy grande, los ciclos de lavado pueden ser menores y, si tu familia es muy grande, puedes aumentar a ciclos de lavados diarios clasificando las prendas por tipo y color. Por supuesto, delegar tareas es un truco que podemos añadir en la edad moderna para facilitar la ardua tarea de tener todo impecable siempre.
¿Y los productos naturales? La tradición toma lugar.
Hoy en día, a fin de cuidar más de la piel y del planeta, se eligen productos naturales para la limpieza personal y del hogar; y, por supuesto, esto tampoco es nuevo. El vinagre, limón y hierbas como el romero y la lavanda ya eran usados por las abuelas para limpiar más y mejor.
Pero ¿cómo? Por ejemplo, el vinagre ha sido usado como el más eficaz limpiador de vidrios, desinfectante, suavizante y protector de ropa que jamás se haya visto. La preparación puede variar en cada uso, pero mezclarlo con agua es la combinación ideal que no deberías descartar al limpiar.
Un elemento de la casa que batallamos limpiando es la nevera, pues el truco para mantenerla libre de olores no solo es conservar todo guardado y tapado, usar un carbón natural también es un remedio infalible que se ha usado desde que este aparato existe y desde antes, para retener olores también el baño y un filtro para potabilizar agua.
Luego están las plantas, eficaces para limpiar las malas energías, pero también para crear ricos aromas y mantener la casa oliendo a limpio. Hacer infusiones de naranja, canela, lavanda o romero es una técnica usada en muchas tradiciones y es la mejor para crear aromas naturales que duran en el tiempo.
Con todo, no temas preguntarle a los más mayores y aprender de los consejos de las abuelas, preguntar por sus trucos de limpieza. Nunca sabes cuál es el próximo secreto que guardarás para tener pisos brillantes como si se tratara de un truco mágico.
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