Se podría decir (y no nos equivocaríamos) que no hay pueblo en Castilla y León que no cuente con una bodega subterránea y un antiguo lagar. Estas construcciones horadadas bajo tierra que mantenían el vino a temperatura constante, forman parte de la arquitectura popular de nuestros pueblos. Sin embargo, en pocos lugares se conserva un barrio de bodegas tan singular como «El Cotarro», un cerro con 157 bodegas subterráneas todas ellas muy homogéneas, que contemplan desde lo alto la hermosa Ribera del Duero burgalesa.
Recuperación del Barrio de Bodegas
El «Cotarro» es un proyecto enoturístico ideado por Ignacio Rincón, un joven de la zona que dedica buena parte de su tiempo libre (lo tiene como hobby) a la recuperación, protección y puesta en valor de las bodegas subterráneas de Moradillo de Roa (Burgos), cuyo valor etnográfico es incalculable.
Han pasado varios años desde que se pusieran en marcha las primeras medidas de catalogación y registro de las bodegas. Un proyecto que contó con el apoyo y vinculación de los habitantes de la localidad (actualmente residen 193 vecinos) que se adaptaron a la normativa y se pusieron manos a la obra para restaurar las bodegas recuperando las que se encontraban hundidas o deterioradas.
Hoy en día aún se puede ver a los vecinos arreglando las fachadas de las bodegas para que éstas mantengan la piedra, muy utilizada en la arquitectura popular de la zona.
El cotarro, un proyecto a «contracorriente»
Lo que comenzó con 300 euros para unos folletos, se ha convertido en un ambicioso proyecto que ha recibido ya varios reconocimientos como el Premio a la Mejor Iniciativa Enoturística nacional 2016 de la Asociación Española de ciudades del Vino (Acevin), el Premio a la Protección del Patrimonio del Vino de APAPNIDICSUR o el Premio RENACIMIENTO 2017 a la Protección del Patrimonio Vitivinicola.
No esperaron a que el Cotarro fuera declarado BIC (Bien de Interés Cultural) así que la financiación llegó de una forma diferente y un tanto «a contracorriente» a través del apoyo de los vecinos y la iniciativa «Vino de Pueblo» que contó con la ayuda del reconocido viticultor Alfredo Maestro Tejero.
Se trata de un vino elaborado con la uva sobrante que donan los propios vecinos para su elaboración artesanal en un lagar tradicional del pueblo. La uva que se utiliza para este vino es la variedad blanco “Albillo”, autóctona de la zona y actualmente en desuso debido a que dicha variedad no está permitida para la elaboración de monovarietales dentro de la denominación de origen Ribera de Duero, donde reina la uva “Tempranillo”.
Los beneficios obtenidos de la venta de este vino solidario, llamado “El Cotarro”, van destinados íntegramente a financiar el proyecto de concienciación, protección, mantenimiento y puesta en valor del barrio de bodegas.
Así mismo, recogida la uva en septiembre se celebra «la fiesta de la vendimia». Es uno de los pocos lugares donde se puede ver de primera mano cómo se elabora el vino de forma tradicional, desde la pisada de la uva al uso de un antiguo lagar.
Visita a «El Cotarro» de Moradillo de Roa
Pocos lugares cuentan con una arquitectura de bodegas tan homogénea como «El Cotarro». 18.000 m2 con 157 bodegas distribuidas en 4 niveles (unas sobre otras) y 7 lagares cueva. Un lugar que atesora las costumbres ancestrales que aún perviven en esta tierra tan vinculada al vino y con una riqueza cultural que sorprende a foráneos y extranjeros (sobretodo a estos últimos). Su visita se ha convertido en un «imprescindible» para aquellos que deseen hacer enoturismo en la Ribera del Duero burgalesa.
La visita comienza en el Ayuntamiento, habilitado con varias salas donde se muestra al visitante, mediante fotografías, la evolución del proyecto hasta el día de hoy. Una pequeña sala será habilitada para catas y degustaciones próximamente.
Muy próximo al ayuntamiento se encuentra el antiguo lagar del Tio Santos (1744) cedido por su propietario para su visita. En él descubrirás cómo se pisaba y prensaba la uva para obtener el mosto. Y cómo se introducía en pellejos para ser transportado (a la espalda) hasta la bodega por una empinada cuesta.
La visita continúa en el cerro visitando dos bodegas subterráneas. Una de las visitas se hace a oscuras, con la única luz de una vela. Tal y cómo lo hacían las generaciones pasadas ¡Toda una experiencia!
¿Quieres ir a verlo?
Ayuntamiento Moradillo de Roa (Plaza Mayor, 1)
Recepción de visitantes y exposición permanente en la tercera planta.
Próximamente se podrá hacer la visita con audioguía y app móvil.
Horario de apertura:
De lunes a viernes, a las 10:00h, a las 12:00h y a las 16:00h.
Domingos: de 10:00h a 12:00h
Precio de la entrada:
Entrada ordinaria: 6 euros
Entrada con degustación de vinos: 10 euros
Reservas por WhatsApp: 680 635 933
Grupo máximo: 10 personas. No recomendado para personas con movilidad reducida.
¿Y para comer?
No esperes encontrar una plaza llena de bares y restaurantes. La localidad de Moradillo de Roa es pequeña y sólo cuenta con un restaurante a las afueras del pueblo: La Posada de Moradillo.
En estilo rústico, destaca por su comida tradicional y casera. Si vas a diario encontrarás un menú del día bastante bueno y asequible. También sirven lechazo asado al horno de leña (muy típico de la Ribera del Duero burgalesa) bajo petición y con antelación. (CL-603, 09462 Moradillo de Roa, Burgos; Tel. 947 53 07 54)
«El Cotarro» se ha convertido en un fenómeno social que ha sacudido a toda la comarca. Un proyecto que ha marcado un hito en la promoción a través de las redes sociales y en la difusión en los medios de comunicación nacionales y locales. Los vecinos aún se sorprenden al contemplar como periodistas y viajeros curiosos recorren las calles del barrio de bodegas cámara en mano fotografiando un recurso que hasta hace pocos años había estado infravalorado.
Esperamos que te haya llamado la atención tanto como a nosotros esta experiencia y pases por allí en tu viaje por la Ribera del Duero burgalesa.
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Muchas gracias Destino Castilla y León por contar tan bien nuestra historia y vuestra experiencia visitando nuestro barrio de bodegas y lagares tradicionales de El Cotarro
a vosotros por haber sabido conservar este patrimonio que hoy se pone en valor.