Segovia es famosa por su acueducto, su alcázar y su cochinillo, pero es mucho más que eso. Los fines de semana la ciudad recibe hordas de turistas que recorren la ciudad en menos de una tarde creyendo haberlo visto todo. Nosotros vamos a salirnos del itinerario turístico para conocer la Segovia más auténtica, con mucho más sabor y carácter.
Dejanos que te mostremos ideas para pasar un fin de semana en Segovia diferente y muy divertido.
LLegada el viernes en AVE
Llegamos a la estación de AVE de Segovia el viernes por la tarde, donde unos amigos nos estaban esperando. Tras un descanso, salimos hacia el centro para cenar de tapas, algo muy típico allí, ya que los bares y restaurantes ofrecen siempre una tapa con la consumición.
Durante el fin de semana, nos pusimos en ruta por la provincia de Segovia, dos días que dieron mucho de sí para conocer puntos tan singulares como las Hoces del Río Duratón, Sepúlveda y la Granja de San Ildefonso.
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Cómo pasar un fin de semana en Segovia
Sábado
No nos levantamos temprano con el objetivo de viajar hasta el pequeño pueblo de Sebulcor, para practicar piragüismo en la Hoces del Río Duratón.
En nuestro camino pasamos por unos pueblos curiosos y llenos de historia. Dado que teníamos que llegar a una hora fijada, no pudimos parar para tomar unas fotografías, pero si tenéis tiempo os recomendamos visitar el pueblo de Turégano, del que se dice que posee los encierros documentados más antiguos del país.
Turégano
Turégano es un pueblo cargado de historia. No hay más que ver el hermoso castillo que aún conserva la fachada de la entrada, mezcla de diversos estilos. Los constructores de la carretera C603 hicieron posible que la vía rodease el castillo permitiendo al viajero admirarlo completamente.
Sebulcor
Por esta carretera llegamos a Sebulcor. Siguiendo los carteles, es fácil llegar a la nave de la empresa dónde habíamos reservado las piraguas; simplemente sigue las indicaciones hacia el Monasterio de la Hoz.
Piraguismo en las Hoces del Río Duratón
Nos cambiamos y fuimos hasta el pinar de acceso de la zona de piragüismo del Parque Nacional Hoces del Río Duratón. Pudimos disfrutar desde la piragua de unas vistas únicas, gracias a que este año el exceso de lluvias ha mantenido el nivel del agua muy alto. Puedes conocer más sobre esta actividad aquí.
Después de una experiencia inolvidable, comimos en la zona de pinares en plan picnic, ya que llevamos bocadillos, agua, refrescos y fruta.
Ermita de San Frutos
Después de descansar un ratito, fuimos a visitar la ermita de San Frutos, dónde habitó el Santo de la ciudad y dónde se cuenta que San Frutos realizó sus primeros milagros. Pese a que la distancia no es mucha en línea recta, por carretera fue necesario dar una gran vuelta. Las carreteras en general están bien, salvo el camino que sale desde una pedanía de Carrascal del Río, en la carretera SG-V2410 a la ermita.
Cuando se llega a una zona de aparcamiento, hay que dejar el coche y bajar andando un tramo largo para llegar a la ermita. Es un lugar precioso dónde el visitante encuentra paz y relajación contemplando las hermosas vistas sobre las hoces del Du ratón.
Sepúlveda
Después de esta visita, y como Sepúlveda está a escasos 10 kilómetros, decidimos acercarnos a este hermoso pueblo de estrechas calles empinadas. Una preciosa población enclavada en las laderas de un monte, con un aire encantador.
Para visitarlo es mejor no hacer planes y dejarse uno perder por sus calles. Cuando se llega a Sepúlveda lo mejor es dejar el coche a la entrada y dejarse sorprender por este pueblo amurallado que aún conserva el aire alto medieval o renacentista.
Cenando en la Venta de Cabezuela
Unos amigos nos propusieron cenar en el pueblo de Cabezuela. En este pueblo existe una venta cuyo menú se reduce a lo siguiente, huevos fritos, chorizo y lomo de cerdo. Lo puedes combinar como quieras, pero en la ecuación siempre te queda como una cena rica de colesterol, pero que tras un día tan duro, nos supo a gloria.
El dueño del local es bastante excéntrico, pero no es peligroso. Para bajar la grasa, nos invitó a licores a discreción. Si buscáis calidad, el lugar no es demasiado recomendable. Os invitamos a que echéis un vistazo en los restaurantes de Sepúlveda, famosos por sus asados.
Ocio nocturno en Segovia
A la vuelta a Segovia, aún nos quedaron ganas de salir a disfrutar de la movida nocturna de la ciudad, que se ha revitalizado con la apertura de nuevos locales como el Canvas Theatre.
Domingo
Vista a la Casa de la Moneda
Nos levantamos un poco tarde pero nos dio tiempo a visitar la antigua casa de la moneda. Construcción de Felipe II y remodelada por Fernando VI, este edificio cuenta con una exposición permanente y otra temporal dónde se relata la apasionante historia de los procesos de acuñación de moneda utilizados a lo largo de sus casi trescientos años. Destacamos la terraza junto al río con vistas al parque de la Fuencisla, es una auténtica delicia.
Visita a los jardines del Real Sitio de la Granja de San Idelfonso
Tras esto, nos avisaron que en los jardines del Real Sitio de la Granja iban a poner en marcha 4 de las numerosas fuentes de los jardines del palacio, un espectáculo único que solo puede contemplarse 1 o 2 veces al año. Nosotros pudimos disfrutar de estas, (pulsa aquí).
Las fuentes son originales del palacio de Felipe V, primer rey de la dinastía Borbón. Con este hermoso palacio que nadie debería perderse quiso hacer su particular Versalles.
Lamentablemente todo tiene un final y aquí se acaba nuestra experiencia por Segovia. Sin duda hay muchas más cosas que ver y visitar, tanto que es imposible verlas todas en un fin de semana. Por eso mismo, regresaremos para disfrutar de una provincia única, entre la llanura y la montaña.
¿Conoces Segovia?, ¿puedes sugerirnos más lugares que conocer para nuestra próxima visita? Déjanos un comentario y comparte tu experiencia.
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